Wednesday, June 2, 2010

La Señal Del Pacto


Por

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez

Sión, Junio 2nd 2010

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Entonces estarán dos en el campo; uno será tomado y el otro será dejado; dos mujeres estarán moliendo en un molino; una será tomada y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien puso su señor sobre su casa para que les diese alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al que, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.

Mas si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor se tarda en venir, y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en el día que no le espera y a la hora que no sabe, y lo cortará por en medio y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientes.

( Nuevo Testamento Mateo 24:37 - 51)

Cuando trabajaba como inspector de plantas de energía nuclear y consultor en las estaciones de diversas potencias generadoras a nivel nacional y en el extranjero, he aprendido sobre un acromio de las siglas STAR. Esta es una estrategia de reflección interesante para salvaguardar los trabajadores, los operadores de planta, el personal y otros equipos de la planta, de cometer errores graves o para resolver las cuestiones contingentes. Ese es el acrónimo STAR que significa por sus siglas en Ingles parar, pensar, actuar y revisar. Es un procedimiento de actividades que actúa como un recordatorio constante de que cada acción produce y exacta y opuesta reacción. El vocero del Señor y sus asociados profesan y nos enseñan diligentemente sobre la preparación y la Agencia Moral. El profeta de turno nos ha dicho que las decisiones eternas tienen consecuencias eternas y que uno no puede estar bien haciendo el mal; o que no podemos estar equivocados cuando hacemos lo correcto.

Cuando se toma decisiones trascendentales un simple error humano o una equivocación puede tener graves consecuencias, y cuando se trabaja en una instalación nuclear uno no puede simplemente tomar las cosas con calma o ser de carácter o mentalidad liviana. Por lo tanto, antes de que uno lleve a cabo una tarea tan simple como abrir o cerrar una válvula de funcionamiento o caminar por un área controlada radioactiva en una planta nuclear, uno tiene que parar, pensar en lo que estamos haciendo, después de reflexionar debemos actuar y luego revisar lo que hemos hecho para saber si todo esta bien. Esto es para asegurarnos de que estamos siguiendo procedimientos normalizados de trabajo.

Para mí la vida es tan grave como la muerte misma; y estoy agradecido por haberme familiarizado con las personas que son los Mormones y los que trabajan en las instalaciones nucleares. Aprendí mucho de ellos y yo sostengo el conocimiento que ellos me han proporcionado como algo muy querido, incluso hasta el día de hoy. Estas personas son muy obedientes y cuidadosas y exhaustivas en sus relaciones con equipos potencialmente peligrosos y sustancias letales, como los materiales radiactivos, productos químicos y los sistemas generales de instalaciones y equipos y componentes prefiérales.

Cuando yo trabajaba en las centrales nucleares me sentía a salvo o como en casa porque se parecía casi a la letra de lo que aprendí en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante m juventud. Los pisos de algunas instalaciones nucleares son tan brillantes y limpios que se podría pensar que sería seguro para comer en el propio suelo, pues en una estación nuclear ni siquiera el polvo se deja al azar cuando puede ser evitable. Al igual que los mormones fieles, los que trabajan dentro de la plantas de energía nuclear tiene que ser aptos para el servicio. Exámenes Psicológicos, físicos, de la actitud y las pruebas de presión se toman con el fin de asegurarse de que la gente está siempre alerta, dispuesta, consciente y capaz de seguir las reglas establecidas. El Señor también usa estrategias similares cuado elige sus siervos los profetas sacándolos y metiéndoles una y otra vez como el herrero mete los metales en el fuego de la aflicción hasta que su forma y calidad es perfecta. Uno no puede trabajar sin peligro en la planta de energía si la persona no ha tenido descanso suficiente, o si uno se sospecha de la embriaguez, o si uno es excesivamente obeso y no puede realizar los cometidos rápida y eficientemente, o si la salud de un trabajador es tan deficiente como para llevar a cabo una determinada tarea peligrosa. Cuando alguien se desvía de las normas es más que una amenaza una señal segura. Es como una amenaza o un anatema importante porque plantea una bandera y existe el potencial de poner en peligro el bienestar no sólo del personal de la planta sino también la comunidad en torno de instalación nuclear. Después de todo, al igual que muchos mormones, en plantas de energía nuclear la perfección como la de Cristo es la meta principal.

Pero una de las herramientas más llamativas de la preparación que he aprendido en una instalación nuclear es que cuando las cosas son fundamentales y la demanda de una solución asertiva o los resultados contundentes, se llevan a cabo simulacros o ejercicios rigurosos de preparación. Por eso el Señor Dios vino a mostrarnos la vía dándonos el vivo ejemplo por delante y los profetas nos de todos los tiempos enseñan el camino a seguir para alcanzar el cielo la manera apropiada. Cualquier otra forma no va a hacer el truco. Si hubiéramos estado tan cerca del Señor como deberíamos, no tendríamos necesidad de profetas salvo para presidir y mantener la orden en el reino de Dios. Estos ejercicios de simulación en las centrales nucleares sirven para preparar y advertir al personal contra cualquier riesgo potencial para la seguridad y los peligros, problemas y contingencias y de los procedimientos adecuados o inadecuados que uno debe o no seguir. Al igual que los profetas mormones preordenados en el cielo, cuando el verdadero trabajo se llevará a cabo en una instalación nuclear es como haber sido preordenado de antemano a esta tarea y más a menudo que no, el trabajo se lleve a cabo con la máxima satisfacción. Ya sea en la iglesia, la vida real o en el trabajo, estos ejercicios son importantes para llevar a cabo obras con determinación y si es posible, sin mayores complicaciones. Se necesita tiempo, esfuerzo y determinación para tener éxito prominente.

Soy un agente independiente de Dios con los ojos vendados, revestido de plena y autónoma autoridad, con libertad suprema e incluso con licencia para matar. En otras palabras, yo trabajo en base a la necesidad de conocimiento y no se me dice nada sobre el resultado de mi trabajo o misión sino hasta después que el Señor ha logrado su cometido.

Durante los últimos tres años he estado llevando a cabo con rigor y autoridad; y también esta bien documentado, muchos simulacros o ejercicios para prepararme y también para preparar aquellos que se asocien conmigo si es que prestan atención. Y esto lo hago bajo la inspiración directa de Dios, el Padre Eterno porque el me lo ha mandado. Y esto es para medir el peso de sus oraciones y para poner la justicia de los hombres a la línea y a la plomada. Y también para poner vuestros nombres inmortales a prueba. Yo sólo soy la caña o la vara medidora y yo reflejo al cielo los resultados a El probador real que es Dios y su Hijo Jesucristo. Y por los resultados que he obtenido estoy sumamente apesadumbrado hasta decir que ya es insuficiente. Y el mes anterior fue la verdadera prueba para un gran número de personas de la familia de Adán. Un gran número de personas no han podido prepararse asertivamente para lo que en breve se realizara, incluso la venida de Cristo en el resplandor de su venida. USTEDES ESTÁN SEVERAMENTE REPROBADOS ante Dios, Ángeles y este testigo. Y a menos que actuemos y nos preparemos, cuando el calor de la venida del Señor este a la vuelta de la esquina ustedes van a caer porque el fuego os alcanzara.

Me dirijo a ustedes como si todos estuvieran ya muertos y, a menos que presten atención a mis palabras ustedes serán talados y echados el fuego inadvertidamente. Esto no es un simulacro o un ejercicio de entrenamiento. No todo está bien en Sión. Para nosotros, como Santos de los últimos días es importante prepararse en todas las cosas, tanto temporal como espiritualmente. Por ejemplo, en vista de las escamantes calamidades presentes y las que están por venir, debemos prepararnos con alimentos y otras necesidades de la vida para sobrevivir al menos por un año es tan esencial como lo fue para Noé que construyera el arca. Uno no puede postergar esta tarea necesaria hasta el día en que comience a llover. Soy testigo y no puedo negar que los profetas santos de los últimos días y otros funcionarios prudentes y sabios de Dios nos han estado alertando de peligros graves e inminentes por los últimos 180 años y contando. Si el Señor hubiera elegido venir el domingo pasado, la mayoría de ustedes habrían muerto; y en estos momentos estuvieran sumidos en agonía y en el llorar y el crujir de dientes. Unos reprochándose por no haberse preparado tiempo y otros maldiciendo a Dios por no haberlos librado como ocurrió en los días de Noe.

Ayer, se me dijo por Dios en una revelación que yo y los de mi casa habíamos sido encontrado suficientemente dignos de entrar en el arca si hubiéramos estado viviendo en los días de Noé, pero a duras penas lo conseguimos. Da alivio y satisfacción de saber esto, pero no del todo. Esto es dulce al paladar pero amargo al vientre cuando uno sabe que muchos otros se perdían por no atender el consejo de los profetas antiguos y vivientes. El predicar el arrepentimiento no es cosa fácil. Es cosa de hombres. Solo los duros y fuertes pueden ser llamados hijos d Dios. Si yo hubiera sido menos valiente y un a pulgada mas perezoso, no lo habría logrado. Y esto que yo pensaba que estaba labrando mi propia salvación con temor y temblor.

No tenía ni idea y yo tampoco sabía de esto que les voy a comunicar continuación. Hace unos días, durante el 30 y el 31 de Mayo del año en curso es el ~ 4350 aniversario de la gran inundación que inundó todo el mundo durante los días de Noé. El día antes mencionado corresponde exactamente en este momento en particular al día 17 de Sivan en el calendario judío. Sivan es ahora el mes judío tercero, pero créanlo o no, en los días de Noé fue el 2ndo mes de año.

Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas de los cielos fueron abiertas. Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.

(Antiguo Testamento/ Génesis 7:10-12)

El Domingo, el diecisiete de Sivan, mi familia y yo fuimos a la iglesia como de costumbre y cuando salimos para nuestra casa nos dimos cuenta de que estaba lloviendo y brillando con luz solar al mismo tiempo. Más tarde, en la tarde, un hermano de la iglesia llamo que estaría llegando a casa para sus tareas de orientación familiar. Y cuando esto se hizo, los dos nos salimos juntos porque nos quedaba por hacer otras diligencias de orientación familiar. Cuando estábamos llegando a nuestro primer destino comenzó a llover de nuevo y los dos vimos un arco iris precioso. Yo no soy un buscador de señales, pero la fe no es una ciencia perfecta. Y escrito esta que las señales siguen a los que tiene fe. Necesitaba un poco de tranquilidad y yo había orado al Señor por un signo de su elección sea lo que sea yo lo creería. Él me dio varias señales, sin embargo, el arco iris del Domingo y el lunes pasado era el signo y la confirmación de que había pedido al Señor unos días antes para decirme que si yo estaba andando en sus caminos o no. El haber visto el arco iris me dios la paz y la consolación que necesitaba.

Y le dije a mi compañero de orientación familiar, con una dulce sonrisa en mi rostro que luce como pedernal que yo sabía que El Señor Jesucristo no vendría en su Gloria en el año 2010. Porque cuando vi el arco iris me acordé del pacto que Dios hizo con Noé y también me acorde de las palabras de José Smith, el profeta, que dice que en cualquier año dado que el arco iris se ve, que el Señor no vendría en las nubes ese año. No estaba feliz porque Cristo no vendría este año, yo realmente quiero que venga. Estoy mirando y esperando que venga todos los días de mi vida desde que me he arrepentido de mis pecados. Y cada vez que el ha llegado disfrazado para visitar a su rebaño durante estos días se me ha encontrado ya sea orando o en el servicio de mis semejantes, talvez dando a un poco de pan y un poco de carne a algunos a su debido tiempo. Me gustaría que viniera El Señor en gloria durante mis días, pero si es un poco más tarde no importa, con tal que yo me salve en su reino eterno. Pero si estaba feliz porque él nos había dado en su paciencia sufrida un año más para arrepentirnos y prepararnos para el día grande y terrible de su venida.

Este día es el día para prepararse para encontrarse con Dios. Es mejor conocer a Dios que simplemente saber de él. Ejerzamos la fe en Jesús el Cristo, él es el salvador y redentor de la humanidad, a todos aquellos que se arrepienten y venimos a él para ser bautizados por inmersión para la remisión de los pecados por las autoridades correspondientes. Yo profetizo que si ustedes hacen esto, recibirán el don del Espíritu Santo que los guiará en toda la verdad hasta que llegue al cielo. Y a menos que se nazca de agua y del espíritu por alguien que es realmente autorizado no entraréis en el reino de los cielos. Ningún profeta verdadero nunca se puede negar esta afirmación, porque éste es el verdadero evangelio de Jesucristo y que ha salido como un firme decreto desde el principio del mundo hasta su fin; y su iglesia se construye sobre la roca del evangelio eterno de Jesucristo.

He aquí, os he dado mi evangelio, y éste es el evangelio que os he dado: que vine al mundo a cumplir la voluntad de mi Padre, porque mi Padre me envió. Y mi Padre me envió para que fuese levantado sobre la cruz; y que después de ser levantado sobre la cruz, pudiese atraer a mí mismo a todos los hombres, para que así como he sido levantado por los hombres, así también los hombres sean levantados por el Padre, para comparecer ante mí, para ser juzgados por sus obras, ya fueren buenas o malas; y por esta razón he sido levantado; por consiguiente, de acuerdo con el poder del Padre, atraeré a mí mismo a todos los hombres, para que sean juzgados según sus obras.

Y sucederá que cualquiera que se arrepienta y se bautice en mi nombre, será lleno; y si persevera hasta el fin, he aquí, yo lo tendré por inocente ante mi Padre el día en que me presente para juzgar al mundo. Y aquel que no persevera hasta el fin, éste es el que también es cortado y echado en el fuego, de donde nunca más puede volver, por motivo de la justicia del Padre.

Y ésta es la palabra que él ha dado a los hijos de los hombres; y por esta razón él cumple las palabras que ha dado; y no miente, sino que cumple todas sus palabras. Y nada impuro puede entrar en su reino; por tanto, nada entra en su reposo, sino aquellos que han lavado sus vestidos en mi sangre, mediante su fe, y el arrepentimiento de todos sus pecados y su fidelidad hasta el fin.

Y éste es el mandamiento: Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día os presentéis ante mí sin mancha.

En verdad, en verdad os digo que éste es mi evangelio; y vosotros sabéis las cosas que debéis hacer en mi iglesia; pues las obras que me habéis visto hacer, ésas también las haréis; porque aquello que me habéis visto hacer, eso haréis vosotros. De modo que si hacéis estas cosas, benditos sois, porque seréis enaltecidos en el postrer día.

(Libro de Mormón3 Nefi 27:13 - 22)

Por lo tanto, siendo recio de carácter y presto para observar les invito con amabilidad y cariño a todos y cada uno de ustedes a venir Cristo en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para que reciban sus bendiciones. Este es el Reino de Dios Restaurado y no hay otro. Y el Espíritu Santo está disponible para todos.

Tomen una profunda exhalación y den gracias a su Padre Celestial por darles un día más para arrepentirse. Si hubiéramos estado viviendo en los días de Noé, sabemos con toda seguridad que usted y todos sus bienes más preciados estarían bajo kilómetros de agua. Yo soy el ángel del Señor y el encargado de abrir las ventanas de la gran mar. Envié bajo el mando directo de de Dios a miles de millones de personas al mundo espiritual cuando quebrante a levitan porque ya no podían ser ayudados en este mundo. Y estas obras también se han llevado a cabo con moderación en estos últimos días también, por que las obras de Dios siguen en pos de mí. ¿Quieres que sufrir la misma suerte que los hijos de Noé? ¿Por qué queréis morir? Y muchos de ellos todavía están en el Hades por burlarse, rebelándose y no prestando atención a las palabras de los profetas. No creían en Cristo entonces. Ahora como entonces aún no le han visto sino solo a sus mensajeros enviados; sin embargo, han aprendido en unos cuantos miles de años de prisión a creer sin duda y ejercemos fe en él para ser librados de la oscuridad en la que se han encontrado todo este tiempo desde el gran diluvio. Pero su recompensa eterna no va a ser tan abundante como las recompensas de los que decidieron creer en Jesucristo, el salvador del mundo cuando les fue predicado mientras eran mortales todavía. ¿Por qué correr el riesgo de perjudicar la eternidad y también malgastar miles de años de progreso eterno en la incredulidad como lo hicieron los antidiluvianos? La gente es condenada por no creer, pero nada se ha dicho en contra de los que creen demasiado. El artículo trigésimo de la fe de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la piedra angular de los artículos de nuestro credo:

Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres y, de hecho, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Creemos en todas las cosas, esperamos todas las cosas, hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos.

(Perla de Gran Precio Artículos de Fe 1:13)

Noé y algunos de sus hijos creyeron las palabras de Dios y se construyeron un arca cientos años antes de la gran inundación y gracias a él y de la misericordia y la gracia de Dios todos estamos aquí hoy. Sabemos que a pesar de la tempestad y las tormentas que nos enfrentamos de día a día, las criaturas vivientes del mundo ya no serán destruidas por medio del agua, sino por el fuego. Porque el día se acerca rápidamente que arderá como un horno y la tierra se volverá incandescente y los elementos de la misma se fundirán. Y nada es seguro, pero aquellos que escuchan de todo corazón a la voz de Dios y sus siervos los profetas. Y los justos serán salvos como aun como si fuera por el fuego. No estoy diciendo nada nuevo, ¿verdad? Esto ha sido profetizado, incluso después de la caída del hombre desde hace unos 6000 años. El día o la hora de la venida del Señor nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, pero nuestro Padre que está en el cielo. Sin embargo, como las aguas de la Noe vinieron y bautizaron toda las creaciones de Dios, el bautismo de fuego también vendrá. Y estoy tan seguro de esto como estoy seguro de que vivo yo y de que Dios vive.

PERO acerca de los tiempos y de las estaciones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche, que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón; porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de la salvación como yelmo.

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros, ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, consolaos los unos a los otros, y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis. Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima por causa de su obra. Tened paz los unos con los otros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.

Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis el Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Apartaos de toda apariencia de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, y espíritu, y alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Fiel es el que os ha llamado, quien también lo hará. Hermanos, orad por nosotros. Saludad a todos los hermanos con beso santo. Os encargo, por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.

 
(Nuevo Testamento 1 Tesalonicenses 5:1 - 28)

¿Qué más puedo decir que los antiguos profetas y los de hoy no han dicho? El Señor no nos defraudará, vamos a tener verdaderos y falsos profetas hasta el día del juicio final. Pero es cierto que lo que realmente se necesita es oídos para oír:

LA revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró, enviándola por medio de su ángel a Juan su siervo, quien ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto.

(Nuevo Testamento Revelación 1: 1- 2)

Atentamente, un siervo en las manos de Cristo.

Miguel Angel Tinoco Rodriguez.

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