Monday, April 26, 2010

Quo Vadis Domine?


Por Leonarda Andino


¿Quo Vadis?Escrito por: Leonarda en Opinión, tags: , , ,

Cuenta la historia que en el año 64 Después de Cristo, en los momentos cruentos de la persecución de los cristianos por parte del emperador romano, Nerón, el apóstol Pedro, en un afán de salvaguardar su vida de aquel enloquecido hombre, decidió huir de la ciudad. Cuando iba por la Vía Apia, a bordo de un carruaje, fue sorprendido por un destello el que de repente le permitió visualizar a Jesucristo entrando a Roma con una cruz a cuestas, a lo que temeroso le lanzó la pregunta ¿”Quo vadis Domine”? (¿A dónde vas Señor?).


La respuesta de Jesucristo fue contundente, le dijo: como tú te vas, has abandonado a mis ovejas, entonces me regreso a Roma para ser nuevamente crucificado. Ante tal hecho, Pedro desiste de su acción, se queda cumpliendo la Gran Comisión, y la historia nos cuenta como este valiente e intrépido hombre, sufrió toda clase de penalidades por causa del evangelio. Pedro fue un mártir de la Iglesia que también murió crucificado pero con la cabeza hacia abajo porque dijo que no merecía morir de la misma forma que el Maestro.


¿Quo vadis domine? Poderosa frase, de origen latín, es tomada por el polaco Henryk Sienkiewiez para escribir la novela ¿Quo Vadis? Una muestra de la cruenta persecución del emperador Nerón contra los cristianos.


La misión
Hoy el escenario de la Iglesia Cristiana ha cambiado, ya otros pagaron el precio, fueron perseguidos, encarcelados, viajaron por lugares inhóspitos y algunos sacrificaron incluso la vida de sus hijos por causa del evangelio.


Ya en los tiempos modernos encontramos a personajes como Juan Wesley, cuyo mensaje transformador lo llevó a impactar la sociedad inglesa y a fundar las iglesias más bendecidas y notables de su época. Predicaba hasta seis sermones diarios y no importaba donde viajaba, en ese entonces, la sociedad inglesa estaba tan sumida en el vicio que seis de cada 10 casas eran cantinas.


Lo anterior puede llevar a la reflexión, ¿qué movía a aquellos hombres en esa época? ¿Ha cambiado la misión de la Iglesia hoy en día? Jesucristo, después de su Resurrección y antes de ascender al cielo, dio claras indicaciones a sus discípulos por medio de lo que se conoce como La Gran Comisión, Él dijo a los once: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).


Si nos colocamos en el contexto nacional, Honduras es un país de tradición cristiana. Estudios confirman un el fuerte crecimiento en Honduras de la Iglesia Evangélica en sus diferentes denominaciones, frente a la Iglesia Católica que ha sido mayoritaria. El crecimiento es fuerte entre sectores como el de las mujeres y los jóvenes, en algunos casos llega hasta un 35%.


En el país vemos una Iglesia Evangélica floreciente, pero variada, es decir que en el mercado de la fe hay opciones para todos los gustos, y pareciera que apenas quedaría un reducto que trata de predicar la Gran Comisión, el mensaje de la Puerta Estrecha, el amor al prójimo, la humildad, la perseverancia, la fe, etc.


Es así que en una sociedad convulsionada, sumida en la pobreza, donde los valores se han dejado de lado caben las preguntas ¿dónde ha estado la Iglesia? ¿Se ha continuado con la tarea de predicar la Gran Comisión? Primero, hace unos años vimos con asombro cómo algunos pastores evangélicos dejaban sus púlpitos por pelear una curul en el Congreso Nacional de la República. Desde el púlpito se comenzó a hablar de política, mensajes que se sumaban a la teología de la prosperidad que ha minado congregaciones.


La Biblia es clara cuando dice “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. (II Timoteo 2:4). Jesús hizo una clara distinción entre las cosas divinas y las terrenales, cuando se le quiso hacer caer en una trampa dijo tajantemente “Dad, pues a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios”. (Mateo 22:21). Dijo que no podemos servir a dos señores, porque amaremos a uno y odiaremos al otro.


Hoy con el reciente conflicto que nos polariza más a los hondureños, luego del golpe de Estado del pasado 28 de junio, parte del liderazgo evangélico se colocó de un lado de la balanza y ha hablado en nombre de los feligreses. Varios cristianos nos preguntamos ¿por qué hablan en nuestro nombre?


En un análisis de los hechos suscitados, la socióloga Leticia Salomón, señala que hay dos sectores que logran protagonismo en estos hechos, y son precisamente la Iglesia y las Fuerzas Armadas. ¿Por qué la Iglesia entra a estos escenarios? Si como lo explica, el Estado es laico, y la fe (Iglesia) se ubica en el plano de lo privado.


El Doctor Juan Almendáres cita cómo la Iglesia se constituyó en el frente ideológico de este hecho que tiene al país sumido en una grave crisis política, con fuertes repercusiones económicas y sociales y que ha dividido como nunca a la sociedad hondureña.


¿Es ese el papel de la Iglesia? Definitivamente, no. Jesús nunca buscó posiciones terrenales, no buscó reconocimiento, ni se colocó al lado del poder, con esto no queremos decir que la Iglesia debió ubicarse del otro lado, por el contrario, sus líderes debieron alimentar a su mies, buscar con afán sus ovejas perdidas, predicar las buenas nuevas, impactar en una sociedad sedienta de amor, justicia, paz, solidaridad y una serie de valores que perdimos cuando nos desviamos del camino y se dejó de predicar el verdadero evangelio.


Jesús bien lo dijo que si sus discípulos callaren, las piedras hablarán por ellos. En medio de estos conflictos, ¿tendría que volver el maestro cargando el madero para ser crucificado de nuevo? ¿Será que habrá uno que como Pedro quiera retomar el camino?


Leonarda Andino es Máster en Comunicación y Tecnologías Educativas. Periodista. Actualmente es la Coordinadora Académica de la Vicerrectoría Académica de la UNAH. leonardaandi@yahoo.com

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1 comment:

Miguel Angel Tinoco Rod-Tree-Jesse said...

Heme aquí... Envíame a mi.

Desde que leí este monógrafo no he dejado de pensar en el divino mandado de la gran comisión como fue, como ha sido y como ha de ser.

He leído este interesante artículo tantas veces que ahora me parece que lo escucho. Es tan profundo para mi el también visualizar algo que no conocía de mi Maestro y como esto equa en nuestro día. Leonardo, gracias mil por la inspiración que tuvo al exponerlo de tal manera. Ha sido más que entretenido. Otra vez gracias. Como dijo usted, si los discípulos callaren, las piedras lo gritarían. Heme aquí... Envíame a mi.


Heme aquí...una roca que grita en el desierto, Arrepentíos, arrepentíos todos vosotros extremos e la tierra y venid a mi, y sed Bautizados en mi nombres para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo. Arrepentíos, arrepentíos y enderezad el camino del Señor que el de nuevo a restaurado su reino y el día de su advenimiento esta presto. si aun a las puertas.

Miguel Angel Tinoco Rodriguez