Sion, Septiembre 24 del 2010
Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente, y sin reproche y le será dada. Pero pida con fe, como Osman lo ha hecho hoy día, no dudando en nada.
Porque el que duda es como la hoja que lleva el viento que es movida a diestra y siniestra por cualquier viento de doctrina; o como las olas del mar que también son movidas por el viento de allá para acá hasta que son estrelladas y se despedazan en el rocoso arrecife. Todo esto y mucho más yo lo aprendí de mi Maestro Jesucristo y tomado de la sabiduría de el para glorificarle, con quien yo quiera lo comparto. Porque Osman, un amigo de mi tierra natal, hoy pregunto:
Porque el que duda es como la hoja que lleva el viento que es movida a diestra y siniestra por cualquier viento de doctrina; o como las olas del mar que también son movidas por el viento de allá para acá hasta que son estrelladas y se despedazan en el rocoso arrecife. Todo esto y mucho más yo lo aprendí de mi Maestro Jesucristo y tomado de la sabiduría de el para glorificarle, con quien yo quiera lo comparto. Porque Osman, un amigo de mi tierra natal, hoy pregunto:
“que tal no siguió publicando mensajes para mi amigo me gustaron los anteriores"
Porque escrito también esta que el reino de los cielos es semejante a un gran árbol sobre cuyas ramas los Ángeles se alojan para anidar y se festejan del fruto de sus ramas. Porque el que busca encuentra, el que pide recibirá y al que toque a la puerta se le abrirá.
Hola querido amigo Osman.
Claro que si he seguido publicando, y mucho, pero más que todo, predico cuando público como con voz de trompeta el arrepentimiento a una generación porfiada y perversa. No Soy estudiado, pero con el don de Dios he estado predicando en Ingles a la gente del norte. La iniquidad abruma por acá también. Los obreros somos muy pocos en la viña del Señor y no damos abasto para segar toda la mies. Así que tenemos que improvisar y auto dividirnos para abarcar mayor territorio e impedir que mayores juicios les sobrevengan a la gente de los que ya hemos visto y como los que usted ve que como tempestad se avecinan.
Porque el hacha ya esta puesta el pie de cada árbol, y todo árbol que no de buen fruto que sea digno de arrepentimiento será talado y echado el fuego de donde ningún viajero regresa no dejándole ni raíz ni rama. Tenemos todos los dones y el poder de Dios en Gran Gloria y Ángeles nos ayudan para prevalecer en la obra del Señor, pero muchos son los llamados y pocos los escogidos. Y porque no son escogidos? Y así contesta el señor:
Porque a tal grado han puesto su corazón en las cosas de este mundo, y aspiran tanto a los honores de los hombres, que no aprenden esta lección única: Que los derechos del sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo, y que éstos no pueden ser gobernados ni manejados sino conforme a los principios de la rectitud.
(Doctrina y Convenios Sección 121:35 - 36)
Así que como usted vera amigo Osman, necesitamos más hacedores de la palabra que oidores. Usted es como uno de los nuestros pero todavía no lo sabe. Que espera? Desde hace un tiempo el Señor le ha estado llamando a su redil para que no siga trabajando en campos o graneros ajenos. Valor amigo mió. Le invito a unirse al ejército verdadero del Señor en su Reino debidamente restaurado y establecido. Esto para que en su propio y debido tiempo, cuando obtenga su palabra, el Señor lo comisione a usted también con la debida autoridad para compartir las palabras de salvación y vida eterna; o mejores palabras todavía de las que yo le he manifestado. Porque esto nos ha dicho el Señor Jesucristo por medio de un gran profeta:
Por tanto, trabaja con tu fuerza y llama a obreros fieles a mi viña para que la poden por última vez. Y si se arrepienten y reciben la plenitud de mi evangelio, y se santifican, detendré el juicio de mi mano. Sal, por tanto, diciendo en voz alta: El reino de los cielos se ha acercado; clamando: ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Dios Altísimo! Ve y bautiza con agua, preparando la vía delante de mi faz para la hora de mi venida. Porque el tiempo está cerca; ningún hombre sabe el día ni la hora; mas de cierto llegará. El que recibe estas cosas me recibe a mí; y será reunido conmigo por el tiempo y por la eternidad. Y además, sucederá que a cuantos bautices con agua, les impondrás las manos y recibirán el don del Espíritu Santo, y esperarán las señales de mi venida y me conocerán. Y he aquí, vengo pronto. Así sea. Amén.
Doctrina y Convenios Sección 39:17 - 24)
Y no solo eso nos ha dicho nuestro Señor y Salvador, sino esto también:
HE aquí, una obra maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres. Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo vuestro corazón, alma, mente y fuerza, para que aparezcáis sin culpa ante Dios en el último día. De modo que, si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra; pues he aquí, el campo blanco está ya para la siega; y he aquí, quien mete su hoz con su fuerza atesora para sí, de modo que no perece, sino que trae salvación a su alma; y fe, esperanza, caridad y amor, con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios, lo califican para la obra. Tened presente la fe, la virtud, el conocimiento, la templanza, la paciencia, la bondad fraternal, piedad, caridad, humildad, diligencia. Pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá. Amén.
(Doctrina y Convenios Sección 4:1 - 7)
Que mas testimonio que estos necesitan los hijos de los hombre para creer que cuando hacemos lo que el nos dice, el esta comprometido con nosotros? Es el quien esta llamando a todos los hijos de los hombres en todos los confines de la tierra a que salgan del desierto y de babilonia. El los invita a que vengan a comer pan con y a beber agua con nosotros en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de Los últimos Días para que nunca jamás vuelva a tener hambre ni sed. Y la proclamación va hasta los confines de la tierra por la voz de los indoctos, de los simples y de los débiles. Porque El poder de Dios se perfecciona en la debilidad. Y así nos ha mandado a decir.
ESCUCHAD, oh pueblo de mi iglesia, dice la voz de aquel que mora en las alturas, y cuyos ojos están sobre todos los hombres; sí, de cierto digo: Escuchad, pueblos lejanos; y vosotros los que estáis sobre las islas del mar, oíd juntamente.
Porque, en verdad, la voz del Señor se dirige a todo hombre, y no hay quien escape; ni habrá ojo que no vea, ni oído que no oiga, ni corazón que no sea penetrado. Y los rebeldes serán traspasados de mucho pesar; porque se pregonarán sus iniquidades desde los techos de las casas, y sus hechos secretos serán revelados.
Y la voz de amonestación irá a todo pueblo por boca de mis discípulos, a quienes he escogido en estos últimos días. E irán y no habrá quien los detenga, porque yo, el Señor, los he mandado. He aquí, ésta es mi autoridad y la autoridad de mis siervos, así como mi prefacio para el libro de mis mandamientos que les he dado para que os sea publicado, oh habitantes de la tierra. Por tanto, temed y temblad, oh pueblo, porque se cumplirá lo que yo, el Señor, he decretado en ellos.
Porque de cierto os digo, que a los que salgan para llevar estas nuevas a los habitantes de la tierra, les es dado poder para sellar, tanto en la tierra como en el cielo, al incrédulo y al rebelde; sí, en verdad, sellarlos para el día en que la ira de Dios sea derramada sin medida sobre los malvados; para el día en que el Señor venga a recompensar a cada hombre según sus obras, y medir a cada cual con la medida con que haya medido a su prójimo. Por tanto, la voz del Señor habla hasta los extremos de la tierra, para que oigan todos los que quieran oír:
Preparaos, preparaos para lo que ha de venir, porque el Señor está cerca; y la ira del Señor está encendida, y su espada se embriaga en el cielo y caerá sobre los habitantes de la tierra. Y será revelado el brazo del Señor; y vendrá el día en que aquellos que no oyeren la voz del Señor, ni la voz de sus siervos, ni prestaren atención a las palabras de los profetas y apóstoles, serán desarraigados de entre el pueblo; porque se han desviado de mis ordenanzas y han violado mi convenio sempiterno.
No buscan al Señor para establecer su justicia, antes todo hombre anda por su propio camino, y en pos de la imagen de su propio dios, cuya imagen es a semejanza del mundo y cuya substancia es la de un ídolo que se envejece y perecerá en Babilonia, sí, Babilonia la grande que caerá.
Por tanto, yo, el Señor, sabiendo las calamidades que sobrevendrían a los habitantes de la tierra, llamé a mi siervo José Smith, hijo, y le hablé desde los cielos y le di mandamientos; y también a otros di mandamientos de proclamar estas cosas al mundo; y todo esto para que se cumpliese lo que escribieron los profetas:
Lo débil del mundo vendrá y abatirá lo fuerte y poderoso, para que el hombre no aconseje a su prójimo, ni ponga su confianza en el brazo de la carne; sino que todo hombre hable en el nombre de Dios el Señor, el Salvador del mundo; para que también la fe aumente en la tierra; para que se establezca mi convenio sempiterno; para que la plenitud de mi evangelio sea proclamada por los débiles y sencillos hasta los cabos de la tierra, y ante reyes y gobernantes.
He aquí, soy Dios, y lo he declarado; estos mandamientos son míos, y se dieron a mis siervos en su debilidad, según su manera de hablar, para que alcanzasen conocimiento; y para que cuando errasen, fuese manifestado; y para que cuando buscasen sabiduría, fuesen instruidos; y para que cuando pecasen, fueran disciplinados para que se arrepintieran; y para que cuando fuesen humildes, fuesen fortalecidos y bendecidos desde lo alto, y recibieran conocimiento de cuando en cuando.
Y para que mi siervo José Smith, hijo, después de haber recibido los anales de los nefitas, tuviera el poder para traducir el Libro de Mormón mediante la misericordia y el poder de Dios.
Y también, para que aquellos a quienes se dieron estos mandamientos tuviesen el poder para establecer los cimientos de esta iglesia y de hacerla salir de la obscuridad y de las tinieblas, la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Señor, estoy bien complacido, hablando a la iglesia colectiva y no individualmente, porque yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia. No obstante, el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado; y al que no se arrepienta, le será quitada aun la luz que haya recibido; porque mi Espíritu no luchará siempre con el hombre, dice el Señor de los Ejércitos.
Y de nuevo, de cierto os digo, oh habitantes de la tierra: Yo, el Señor, estoy dispuesto a hacer saber estas cosas a toda carne; porque no hago acepción de personas, y quiero que todo hombre sepa que el día viene con rapidez; la hora no es aún, mas está próxima, cuando la paz será quitada de la tierra, y el diablo tendrá poder sobre su propio dominio. Y también el Señor tendrá poder sobre sus santos, y reinará en medio de ellos, y bajará en juicio sobre Idumea, o sea, el mundo.
Escudriñad estos mandamientos porque son verdaderos y fidedignos, y las profecías y promesas que contienen se cumplirán todas. Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo. Porque he aquí, el Señor es Dios, y el Espíritu da testimonio, y el testimonio es verdadero, y la verdad permanece para siempre jamás. Amén.
(Doctrina y Convenios Sección 1:1 - 39)
Y lo que digo uno lo digo a todos dice el Señor. Y como han leído. El no se disculpa porque su nombre es el Señor Dios.
Atentamente su servidor, que no es mas que un indigno siervo en las manos de Cristo. Amen.
Miguel Ángel Tinoco Rodríguez
No comments:
Post a Comment