Este es el evangelio de Elías el profeta, el sacerdote fiel
Arrepentíos, arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado y el día grande y terrible del Señor ya esta aquí. Enderezad la vía del Señor y preparaos paros para lo que ha de venir, porque este es el gran día del cual se ha hablado y del cual se ha dicho que arderá como un horno y los inicuos serán quemados como rastrojo y no les quedara ni raíz ni rama.
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; y aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia y en sus alas traerá sanidad; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. Y hollaréis a los malos, porque serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Acordaos de la ley de Moisés, mi siervo, a quien encargué en Horeb estatutos y decretos para todo Israel. He aquí, yo os envío a Elías el profeta antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
Malaquias 4
Como podréis ver de ante mano el Señor lo manifestó mas no creíste a sus siervos Y tampoco habéis creído nuestras palabras cuando hemos sido enviados, sino que mas bien os burlasteis de nosotros como a los de la antigüedad diciendo que estamos locos o ebrios de vino espiritual como los evangélicos; o que somos fanáticos; o que estamos desvariando o que quizás tenemos diablo. Y cuando nos ponen bozal, o somos rechazados, apedreados, encarcelados, decapitados y quemados en base a reportes malvados por hombres y mujeres perversas; cuando nos alejamos de vosotros por una pequeña temporada, esto hacéis: Os alegráis y os premias y os dais regalos los unos a los otros. Mas no sabéis que es con nuestra propia sangre y sufrimiento por amor a vosotros; y por causa de vuestras iniquidades al interponernos entre la justicia y vosotros, es por esto que sellamos la ley y el testimonio para que podías tener un poco más de tiempo para arrepentiros. Más os arrepentís ni venís a Jesucristo en su Iglesia restaurada que es la iglesia de los santos. Y si venís no es con integro propósito de corazón. Ni traes un con un corazón quebrantado y un espíritu contrito como ofrenda aceptable al Señor para ser lavados ni sanados por medio del bautismo y la recepción del espíritu santo. Sino que ofrecéis los frutos de la tierra que son sacrificados a ídolos inmundos o el fruto de la iniquidad. Y por causa de esto el tiempo e gracia se acaba y nos vemos obligados a poner una penosa maldición sobre la tierra y sobre todos los hijos de Belial como Opni, Finess y su posteridad por causa de sus supercherías sacerdotales, cosa que esta prohibida ante los ojos de Dios.
Pero sabed esto y no hay nadie que lo pueda negar. Que después de nuestro testimonio viene el testimonio de fuegos, y de terremotos, y de truenos y de tempestades, y también de de granizo, y de torbellino, y de persecuciones, y de guerras y de rumores de guerra; y de plagas y toda clase de enfermedades y las aguas se salen de su curso y arrasan con vuestras casas y vuestras viñas. Construid casas y no habitáis en ellas, plantáis viñas y no disfrutáis de su fruto, trabajáis y no producís sino que sois como peces lamados bajo aguas inmundas y los parásitos se aprovechan de vuestros bienes. Y lo bueno que deseas no viene a vosotros sino que huye de vuestras manos y de vuestra presencia.
Y si pudierais veros la inmundicia que hoy os rodea en el espejo sabríais que andáis como miserables, necesitados, desnudos, sordos y también ciegos. El señor os anda buscando con candela porque parecéis trabajadores de las minería llenos de negro hollín o como su os hubierais tomado un baño de cuerpo completo en el fango del mar muerto. Tenéis oídos pero no escucháis tenéis ojos pero no veis. Y como no podéis ver los designios de nuestro Dios, entonces recurrís a las supercherías sacerdotales, a los sortilegios, a las hechicerías y a los encantamientos. Y no solo esto sino que escondéis vuestros tesoros en la tierra o en los bienes raíces y perdéis la equidad de vuestras propiedades porque su valor monetario se hace deleznable. Y si hacéis esto, o escondéis vuestros tesoros en la tierra y mas no para el señor, malditos sois con vuestros tesoros y nadie los podrá redimir.
Y no hubo dones del Señor, y el Espíritu Santo no descendió sobre ninguno, por causa de su iniquidad e incredulidad. Y habiendo llegado yo a la edad de quince años, y siendo de carácter algo serio, por tanto, me visitó el Señor, y probé y conocí la bondad de Jesús. E intenté predicar a este pueblo, pero me fue cerrada la boca, y se me prohibió que les predicara; pues he aquí, se habían rebelado intencionalmente contra su Dios; y los amados discípulos fueron retirados de la tierra, a causa de la iniquidad del pueblo. Mas yo permanecí entre ellos, pero me fue prohibido que les predicara por motivo de la dureza de sus corazones; y debido a la dureza de sus corazones, la tierra fue maldecida por causa de ellos. Y estos ladrones de Gadiantón, que se hallaban entre los lamanitas, infestaban la tierra, a tal grado que los habitantes empezaron a ocultar sus tesoros en la tierra; y se hicieron deleznables, porque el Señor había maldecido la tierra, de tal manera que no podían conservarlos ni recuperarlos. Y aconteció que hubo sortilegios, y hechicerías, y encantamientos; y el poder del maligno se extendió por toda la faz de la tierra, hasta cumplirse todas las palabras de Abinadí y también de Samuel el Lamanita.
(Libro de Mormón Mormón 1:14 - 19)
Ahora que también no solo leéis y oís sino que también podéis ver desde los techos de las casas como se pregonan todas vuestras iniquidades; y también que ya se están predicando los sermones de cielo cada vez con mas intensidad. ¿que diréis de esto? Y en lugar de alabar al Dios verdadero que es Jesucristo, El padre de los cielos y de la tierra; esto es lo que vosotros decís; si, que el dios de la naturaleza padece. Y que por la naturaleza perversa del ser humano os habéis vuelto carnales, sensuales y diabólicos. Y que es solo natural que vengan los vientos y las tempestades a llenar nuestras represas, a secar vuestros lagos y a acelerar e incrementar el nivel y caudal de los ríos. Y que porque decís que todos somos hijos de Dios? Mas no lo conocéis y tampoco sabéis que a menos que os arrepintáis en luto y cenizas todavía sois hijos de belial. Y por decir que sois hijos de Dios, no supongáis por un solo momento que el no hará ni bien ni mal. Porque esto dijo El Señor por medio de Sofonías:
La palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá:
Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. Destruiré a los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo, y los peces del mar y las piedras de tropiezo junto con los malvados; y talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová.
Y extenderé mi mano contra Judá y contra todos los moradores de Jerusalén; y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras junto con los sacerdotes, y a los que sobre los terrados se postran ante el ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Moloc, y a los que se apartan de en pos de Jehová y a los que no buscaron a Jehová ni le consultaron.
Calla ante la presencia de Jehová el Señor, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado un sacrificio y ha consagrado a sus convidados.
Y sucederá que en el día del sacrificio de Jehová, castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey y a todos los que llevan vestido extranjero. Asimismo, castigaré en aquel día a todos los que saltan sobre el umbral, los que llenan de violencia y de engaño las casas de sus señores.
Y acontecerá en aquel día, dice Jehová, que habrá voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde el segundo, y gran quebranto desde los collados.
Aullad, moradores de Mactes, porque todo el pueblo mercader ha sido destruido; talados han sido todos los que traían dinero. Y acontecerá en aquel día que yo escudriñaré a Jerusalén con lámpara, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová no hará bien ni mal.
Por tanto, serán saqueados sus bienes y sus casas asoladas; y edificarán casas, mas no las habitarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas.
Cercano está el día grande de Jehová, cercano y viene muy rápido; amargo será el clamor del día de Jehová; allí gritará el valiente. Será día de ira aquel día, día de angustia y de aflicción, día de destrucción y de desolación, día de tinieblas y de oscuridad, día nublado y tenebroso, día de trompeta y de alarido contra las ciudades fortificadas y contra las altas torres.
Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los moradores de la tierra.
Sofonías 1
Y hoy, así como en los días de Noe, coméis, bebéis y os dais en casamiento y disfrutáis de todos vuestros placeres carnales, sensuales y diabólicos porque aunque no lo declaréis lo sentís y lo pensáis, en que no importa mentir un poquito, hacer bien o hacer mal, que al final de cuantas cuando muramos el Señor nos dará unos cuantos azotes y seremos salvos en su reino. Y es así como el diablo los prende como con cordel de ceda y se los lleva cautivos hasta que los prende con sus cadenas y los arrastra en manojos como con diluvio al infierno.
Y por la virtud que el Señor ha puesto en mi que me excluyo de morir en su altar prolognado asi mi vida os profetizo hoy lo que en breve se realizara.
Y es que hay algunos machos cabrios de entre nosotros que están maduros en la iniquidad y pelados estaban ya y en bandeja de plata como listos para ser freídos cuando los encontré; o listos para ser sacrificados. Y con mis pies los aplaste y quedaron untados como estiércol bajo la planta de mi pie. Y no solo a ellos, sino también a esa gran ramera de la tierra cuyo nombre es jezabel será hoy mismo por mi mano cacheteada hasta caer al piso. Y a esa sorra vestida con abrigo rojo de rojo le digo que ni a ella ni a su marido, mi primo Pedro Antonio le tengo miedo Y que seguiré predicando este evangelio del reino hoy, mañana y pasado mañana. Y que mas vale que se arrepientan no se que les sobrevenga lo que les sucedió a sus hermanos una o dos generaciones atrás cuando en la flor de su vida por andar en el jorgollo fueron halados con cordel de ceda cuando iban en motocicleta hacia Valle de Ángeles y cayeron para atrás como ahorcados para no levantarse mas. O como le sucedió a su descendencia en esta misma generacion cuando uno de entre ellos andaba ebrio de vino en pleno medio día y ocurrió el accidente automovilístico y murieron dos o tres criaturas que salieron aventadas en frente del vehiculo. Y no son estos los hijos y la descendencia de Eli, de OPNI y de Finess en nuestro día? Mis primos son. El que lea que entienda. Porque escrito esta:
Y Elí era ya muy anciano y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo acerca de vuestros malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo, pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si peca el hombre contra el hombre, Dios intercederá por él; pero si alguno peca contra Jehová, ¿quién intercederá por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová quería hacerlos morir.
Y el niño Samuel iba creciendo en estatura y en gracia delante de Dios y delante de los hombres. Y vino un varón de Dios a Elí y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre cuando estaban en Egipto en la casa de Faraón?
Y yo le escogí para ser mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso y vistiese el efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.
¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas que yo mandé ofrecer en mi morada; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos con lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? 0 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca haga yo tal cosa, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.
He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa. Y verás un adversario en mi morada, en todas las cosas buenas que haga a Israel; y nunca habrá anciano en tu casa.
el varón tuyo que yo no excluya de mi altar será para hacer consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; mas todos los nacidos en tu casa morirán en la flor de la vida. Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en el mismo día.
Y yo me levantaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré una casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días. Y acontecerá que el que haya quedado en tu casa vendrá a postrársele por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me pongas en algún oficio sacerdotal para que coma un bocado de pan.
1 Samuel 2:22-36
Y no lo digo yode mi mismo, sino como el Señor lo ha dicho así sucederá. El Señor Jesucristo que esta conmigo y que me instruye con su espíritu cuyo nombre sobre mi lo he tomado, amen.
Malkiyahu, el Sacerdote Fiel
2 comments:
¿Por qué cuando vine no apareció nadie y cuando llamé nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces hieden y mueren de sed por falta de agua. Visto de oscuridad los cielos y hago como cilicio su cobertura. Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabra oportuna al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde ni me volví atrás. Entregué mi espalda a los heridores y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no escondí mi rostro de injurias ni de esputos. Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no seré confundido; por eso pondré mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado. Cerca de mí está el que me justifica; ¿quién contenderá conmigo? Presentémonos juntos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí.
He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos, como ropa de vestir, se envejecerán; los comerá la polilla. ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová y escucha la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz econfíe en el nombre de Jehová y apóyese en su Dios. He aquí, todos vosotros que encendéis fuego y que os rodeáis de chispas, andad a la luz de vuestro fuego y de las chispas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto: en dolor seréis sepultados.
Por lo tanto, ceñid vuestros lomos, no sea que se os halle entre los inicuos. Levantad vuestras voces sin cesar. Llamad a las naciones a que se arrepientan, tanto ancianos como jóvenes, ora esclavos o libres, diciendo: Preparaos para el gran día del Señor; porque si yo, que soy hombre, alzo mi voz y os llamo al arrepentimiento, y me aborrecéis, ¿qué diréis cuando venga el día en que los truenos hagan oír sus voces desde los extremos de la tierra, hablando a los oídos de todos los vivientes, diciendo: Arrepentíos y preparaos para el gran día del Señor?
Sí, ¿y cuando los relámpagos resplandezcan desde el este hasta el oeste, y llegue el clamor de sus voces a todos los vivientes, haciendo zumbar los oídos de todos los que oigan, diciendo: Arrepentíos, porque el gran día del Señor ha llegado? Y además, el Señor emitirá su voz desde los cielos, diciendo: ¡Escuchad, oh naciones de la tierra, y oíd las palabras del Dios que os hizo!
¡Oh vosotras, naciones de la tierra, cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, mas no quisisteis! ¡Cuántas veces os he llamado por boca de mis siervos y por la ministración de ángeles, y por mi propia voz y por la de los truenos y la de los relámpagos y la de las tempestades; y por la voz de terremotos y de fuertes granizadas, y la de hambres y pestilencias de todas clases; y por el gran sonido de una trompeta, y por la voz del juicio y de la misericordia todo el día; y por la voz de gloria y de honra y la de las riquezas de la vida eterna, y os hubiera salvado con una salvación sempiterna, mas no quisisteis! He aquí, ha llegado el día en que la copa de la ira de mi indignación está llena. He aquí, en verdad os digo, que éstas son las palabras del Señor vuestro Dios.
(Doctrina y Convenios | Sección 43:19 - 27)
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