Thursday, November 11, 2010

Castigo Eterno es Castigo de Dios

Sion Noviembre 11 del 2010



La verdad es el conocimiento de las cosas como son, como han sido y como han de ser. Y también más cortante que una espada de dos filos que penetra hasta los huesos y divide las coyunturas. Yo prefiero herir a mis amigos con la verdad que destruirlos con la mentira. Nuestro Señor Jesucristo es la verdad y nos enseño que una persona habla de la abundancia de su corazón. Y mi corazón está lleno de mucha verdad. Y de mi corazón hoy saco estas verdades para corregir y combatir el error. Porque a quienes amo castigo y a quienes me honran yo honro y a los que no amo los tengo en poca estima y hasta los ignoro.



He venido a traer fuego a la tierra; ¡y qué quiero, si ya está encendido! Pero de un bautismo tengo que ser bautizado; y, ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a la tierra para dar paz? Os digo: no, sino división. Porque de aquí en adelante, cinco en una casa estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. Y decía también a la gente: Cuando veis una nube que sale del poniente, en seguida decís: Lluvia viene; y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no distinguís este tiempo? ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?
(Lucas 12:49-57

Esto lo he aprendido de mi Señor y como él lo imparto y no me avergüenzo, ni me disculpo porque he tomado sobre mí su santo nombre. No es la primera vez que he sido odiado y rechazado por mis amigos y hasta silenciado por manifestarles la verdad. Y yo prefiero temerle a Dios que al hombre; por lo tanto, pese quien se ofenda, por causa de mi profesión yo no he sido enviado a que se me enseñe sino a enseñar. Así que tu, mujer o tu, hijo de hombre, no trates de aconsejarme porque yo soy enseñado de lo alto. Porque:

De nuevo os digo, escuchad, Elderes de mi Iglesia, a quienes he nombrado: No sois enviado a que se os enseñe, sino para enseñar a los hijos de los hombres las cosas que yo he puesto en vuestras manos por el poder de mi espíritu. Santificaos y seréis investidos con poder para que impartáis como yo he hablado. Escuchad, pues, he aquí, el gran día del Señor esta cerca. (Doctrinas y Convenios 43:15-17

He aquí, dice El Señor, yo os envió para reprobar al mundo por todos sus hechos inicuos, y a señalarle de un juicio que ha de venir. (Doctrinas y Convenios 84:87)



 Como podéis apreciar, mi conocimiento no viene de las vanas filosofías de los hombres, tampoco de los banqueros, los cambistas de divisas o los usureros, ni mucho menos del los sortilegios, o del viento de este o de las galletitas de la suerte.


Así que, te advierto bajo pena grave que no trates más de aconsejarme porque tus caminos no son mis caminos ni tus pensamientos son mis pensamientos no sea que te humille hasta el polvo con la vara de mi boca y haga que confieses tus pecados en público para tu vergüenza. Así que, te mando que te arrepientas por no tomar en serio las palabras de tu hacedor.

Cada vez que me tratas de aconsejar no solo veo la desnudez de tu mente y entendimiento sino la de toda tu casa. Cubre tu ofensiva desnudez no sea que pesques un resfriado o algo peor. ¿Acaso no sabes que Dios conoce los pensamientos y las intenciones de todo corazón y que caminas desnudo o desnuda delante de Él? El sabe sobre el incienso que los idolatras ponen en sus altares, la ropa sucia y hasta los esqueletos que los homicidas esconden en sus closets, las jergas de violencia que los jóvenes se pasan de mano en mano y la inmundicia pornografica que esconden debajo de sus camas, y lo bañiarios impuros o aguas inmundas en las cuales se enjuagan el cuerpo los mundanos.



Según tú me enviaste un par de kkaaauuuuns o campanazos como si me hubieras noqueado. He aquí te va desde este lugar un grande y fuerte trompetazo. Mira que tengas cuidado de cómo te diriges a mí no sea que te sobrevenga una penosa maldición como la que una vez te redacte. Porque como a Abrahán, siendo uno de su descendencia a mí también se me ha dado mucha potestad para que aquellos que me bendigan sean bendecidos y los que me maldigan sean maldecidos, no por mí sino por la mano de Dios.

Te dije al principio que si querías conocer la verdad tenías que vaciar tu vaso de toda la inmundicia que has acarreado desde tu infancia y dejar que El señor te lo llenara con su verdad. En tu pintoresco lenguaje te manifiesto que eres como una doncella estresada que por su insensatez está encarcelada en una torre muy alta; y también reguarnecida por el odioso dragón que te aconseja al oído; y aun así no quieres ser rescatada. Pero una y otra vez has hecho caso omiso a mis palabras y no has considerado la virtud que te enseña, sino que estas olvidando tu primera purificación y apostatando de la fe que recientemente se te ha enseñado. Y así estas apartándote más y más de la verdad. Las escrituras no mienten cuando en unisón nos dicen y nos manifiestan esta evidente insensatez:


 
PERO el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.” (1 Timoteo 4:1-2)



ESTO también debes saber: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los deleites más que de Dios, teniendo apariencia de piedad, pero negando la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas, y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas concupiscencias; que siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, reprobados acerca de la fe. Pero no llegarán lejos, porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. (2 Timoteo 1-9)

Mas en todo se os manda pedir a Dios, el cual da liberalmente; y lo que el Espíritu os testifique, eso quisiera yo que hicieseis con toda santidad de corazón, andando rectamente ante mí, considerando el fin de vuestra salvación, haciendo todas las cosas con oración y acción de gracias, para que no seáis seducidos por espíritus malos, ni por doctrinas de demonios, ni por los mandamientos de los hombres; porque unos son de los hombres y otros de los demonios. (Doctrinas y Convenios 46:7)
El inicuo juzga por su condición, no fui yo quien se aproximo a ti sino tú a mí con el viento destructor o la mentira del este. Tu sabes que tengo puesta toda mi armadura y que mi espada no solo esta empuñada sino que ya esta embriagada porque combato de día y de noche como soldado del Señor todo lo que es error. Porque mejor no me comunicas las cosas que me deleitan o sobre la verdad, la justicia y la misericordia que aprendes en la Iglesia de Jesucristo para corroborártela si es que asistes; porque de esas cosas, ni de las bendiciones que recibes del reino nada me dices. Alguna culpa debes cargar tú y me lo quieres hacer creer a mí. Yo redargüí contigo en base a la verdad manifiesta y no de mi mismo. Bien sabes que las filosofías vanas y baratas de los hombres no van conmigo. En efecto, son un insulto para la inteligencia que el creador me ha dado porque yo soy enseñado de lo alto por el Señor Dios.

Por lo tanto, me consideraste como hipócrita al decirme que primero mirara la viga en mi ojo en lugar de ver la paja del ojo de mi hermano. ¿Acaso en los días de mi iniquidad cuando me conociste te hable tocante a la verdad? Era en ese entonces que yo me escondía de la verdad y cargaba con una viga en mi ojo. Y ahora que en realidad me he arrepentido y he sacado esa gran viga de mi ojo me vienes con esta paja para justificarte. Que tiene que ver la paja con el trigo? No fuiste tú que por medio de tu mujer Jezabel trataste de engañarme al insinuarte y decirme que antes de pensar cambiar al mundo primero diera tres vueltas alrededor de mi casa. De que galletita de la fortuna sacaste esa falsedad? ¿Acaso soy perro para dar vuelta alrededor de mi casa como los que se devuelven a comerse su propio vomito? O soy yo acaso una puerca para regresar al revolcadero después de haber sido lavada? ¿A quién pretendes engañar con tus mentiras? Como vez te he detectado una y otra vez. Así que en el nombre del Mesías apártate de mi Santanas y no me tientes mas con tu inmundicia y que sea el Señor quien te reprenda.

Así que, mi amado amigo o amiga como habéis podio ver en este debate, no es contra carne ni sangre contra quien yo lucho, sino contra potestades de tinieblas y principalidades entronadas en el templo de Dios o en la carne de los hijos de los hombres. Si haces bien serás aceptado o aceptada. No se desfigure tu rostro por la severidad de mis palabras y que resplandezca la luz de la verdad en tu alma, mira que el diablo desea poseerte, utilizarte y hacerte caer en sus garras inextricables para enseñorearte de ti. No te juzgo ni te condeno, solo te advierto que tengas más cuidado de aquí en adelante cuando te dirijas a mí, porque no estás tratando con un amiguito común o como los del mundo con quien estas acostumbrada a tratar sino con un hijo de Dios. Recuerda que:


Castigo eterno es castigo de Dios. Castigo sin fin es castigo de Dios. Por lo que, te mando que te arrepientas y guardes los mandamientos que en mi nombre has recibido de las manos de mi siervo José Smith, hijo; y es por mi omnipotencia que los has recibido; así que, te mando que te arrepientas; arrepiéntete, no sea que te hiera con la vara de mi boca, y con mi enojo, y con mi ira, y sean tus padecimientos dolorosos; cuán dolorosos no lo sabes; cuán intensos no lo sabes; sí, cuán difíciles de aguantar no lo sabes. Porque he aquí, yo, Dios, he padecido estas cosas por todos, para que no padezcan, si se arrepienten; mas si no se arrepienten, tendrán que padecer así como yo; padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu, y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar. Sin embargo, gloria sea al Padre, bebí, y acabé mis preparativos para con los hijos de los hombres. Por lo que otra vez te mando que te arrepientas, no sea que te humille con mi omnipotencia; y que confieses tus pecados para que no sufras estos castigos de que he hablado, los cuales en muy pequeño grado, sí, en grado mínimo probaste en la ocasión en que retiré mi Espíritu.  (Doctrina y Convenios 19: 11-20)



Y lo que el Señor dice a uno lo dice a todos, así que seámosle fieles y no caigamos en su desagrado. Así que salgamos del mundo o desencadenémonos las ataduras y/o sacudámonos el polvo de la ramera de toda la tierra, a saber, Babilonia, no sea que participemos de su inmundicia y consecuentemente de sus plagas. Y no sea que nosotros también escuchemos el trompetazo que retumbe en nuestros oidos con una voz mas fuerte de la que sacudira la tierra y el Señor nos de beber ajenjo como esta explícitamente descrito en el capitulo ocho, versículos del 10-12 del libro de Apocalipsis. Mas si estais preparados, no temereis.


AtentamenteUna vara del tronco de Isaí o indigno siervo en las manos de Cristo.

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez




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