Por
Miguel Ángel Tinoco Rodríguez
Sión, 12 de octubre 2009
Bienaventurado el hombre que estuvo en comunión con Jehová.
Muchas personas en el mundo de hoy están tratando de demonizar más y mas a Cristóbal Colón; y hacen comparativos infundados de los tiempos de antaño con los de ahora con el fin de culparlo a el; y sólo a él por todas las atrocidades cometidas por los conquistadores durante el descubrimiento y la colonización sangrienta de América.
En justicia, yo estoy firme como un pedernal en contra de la demonización de este hombre; y manifiesto al mundo que Cristóbal Colon es un hombre incluso digno de elogio y de ser puesto muy alto por haberse embarcado en una tarea tan riesgosa e incierta. Antes de él, sólo los que tenían orden expresa y orientación del mismo Dios fueron capaces de emprender la tarea gigantesca de cruzar los muros o las grandes aguas. De hecho, los descubridores y colonizadores nunca vinieron a América, sino que fueron traídos aquí expresamente por Dios para hacer un trabajo para él. Cristóbal Colon debió haber tener comunión con el espíritu de Dios, para haber llegado hasta el nuevo mundo. Y existen muchos indicios calificativos que manifiestan precozmente que de cierto así fue.
Poniendo todas las cosas en equilibrio, manifiesto y doy testimonio que fue una bendición de Dios el haber traído a esos hombres hasta este continente. Y que los exploradores fueron nada más que un instrumento en bruto en las manos de Dios para herir y enfrentar a un pueblo que desde siglos había degenerado en la incredulidad; y que se habían corrompido en la densa oscuridad de la conducta antisocial e idolatra. ¿Acaso no habían ya estado los pueblos descubiertos en esta tierra en el tiempo por los gentiles; si, los aborígenes, en guerra ferozmente unos contra otros? De cierto, de cierto les digo que si los gentiles no hubieran venido a tiempo estos se habrían destruido y aniquilado a si mismos hasta el punto que no habría sido un alma para contar el cuento. Sé que muchas personas fueron, son y seguirán sintiéndose ofendidos por estas afirmaciones y aserciones, especialmente aquellos que vienen de la gente que en los últimos 520 años se han vivido esparcidos, odiados, matados, rechazados y oprimidos. Yo soy uno de ellos y la verdad no me ofende en absoluto a pesar del gran dolor que está en mi corazón por todo lo que este pueblo tuvo que pasar. Incluso estoy agradecido, porque no había sido por la interposición de los gentiles, yo no existiría hoy. El precio que hemos tenido que pagar ha sido extremo como el de Los israelitas cuando fueron esclavos de Egipto. Pero así como fue con el antiguo pueblo de Israel, así también fue con nosotros y valió la pena para poder salvar nuestra simiente. Y el día de nuestra liberación esta pronto, si aun a las puertas.
Ahora, muchos se han de preguntar, ¿por qué un Dios que es paciente y misericordioso querría hacer algo así a un pueblo ignorante? La respuesta que lo establece esta en la espera de ser descubierta en los anales de que esta gente nos dejaron y que aun quedan por descubrir y descifrar. No sólo eso. Existe hoy día una secuencia de registros de la antigüedad que fueron descubiertos y traducidos a nuestro idioma, escrito por los escribas e historiadores de estos rublos en el cual se manifiesta la procedencia exacta, el desarrollo y la caída de las civilizaciones que habitaron estas tierras antes del descubrimiento y conquista de América. En esos anales se vaticina el terrible estado de degeneración en el que este pueblo fue encontrado. Pero no siempre fueron un pueblo indómita tal y como fue encontrado. Los antiguos habitantes de América fueron una gente muy civilizada y refinada que gozaba no solo de la tierra mas fructífera y preciosa del mundo, sino que fueron el pueblo mas bendecido de Dios en le historia.
Por otro lado, muchos también han de pensar que estoy justificando a los gentiles, pero ese no es el caso. De hecho al decir estas palabras que yo no hago más que justificar mi propia gente diciendo que ya es suficiente. El precio casi se ha pagado y las posibilidades para nosotros a partir de ahora son infinitas. Estamos destinados a ser la gente que se acercará más a Dios de todos los rublos de la tierra. Lo que acontecerá en el propio y debido tiempo del Señor. En otras palabras, ya es hora de reclamar y recuperar lo que se ha prometido y profetizado acerca de nosotros por los siglos de los siglos. No sólo eso, sino también que los gentiles se comportan igual o peor que nuestros antepasados; ellos van a sufrir un doble de lo que nosotros hemos sufrido por mas de cinco siglos. Porque si Dios no perdonó a su propio pueblo en el fuego de la aflicción que eran como una planta tierna para él, OH casa de Israel ¿qué podemos esperar de la madera seca cuando el fuego sea enviado.
Los aborígenes de Norte, Centro y Sudamérica fueron y son una rama arrebatada del fuego de la casa de Israel. Principalmente, eran descendientes directos de Efraín y Manases, que eran dos tribus de la casa de Israel a través de su hijo José. Nosotros somos sus descendientes. Y se prometió a Israel que su pueblo formaría una multitud de las naciones en medio de la tierra y en las islas del mar. Y que floreceríamos como la rosa aun en el desierto. Y no es el continente americano una isla en medio de toda la tierra. No sólo ellos, sino también la isla de Gran Bretaña y los países que se aproximan por en medio del meridiano de toda la tierra. De está escrito como profecía por nuestro padre Jacob.
Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manases, colocando así sus manos adrede, aunque Manases era el primogénito. Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.
(Antiguo Testamento Génesis 48:14-16)
No sólo eso, sino a la tribu de José se les dio promesas específicas y se les dijo que sus ramas se crecen más allá de las murallas y que se convertirán en una rama fructífera como una rama que crece abundantemente junto a un na fuente de agua. Y de esto dice la escritura:
Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. Y le causaron amargura, y le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros; 4 mas su arco se mantuvo firme, y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob, de allí es el Pastor, la Roca de Israel, por el Dios de tu padre, el que te ayudará, y por el Omnipotente, el que te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y de la matriz. Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del consagrado de entre sus Hermanos.
(Antiguo Testamento Génesis 49:22 - 26)
Ahora todos sabemos que hay diez tribus perdidas de las doce tribus de la casa de Israel, lo que significa que dos de ellos están todavía en pie como un pueblo ante el Señor y ante el mundo en este día. Se trata de la tribu de Judá y la tribu de José, que se compone de los descendientes de sus dos hijos Efraín y Manases. Estos son los dos cuernos delante del Señor con los cuales mueve las naciones del mundo. Las otras diez tribus perdidas están en el medio de la tierra, de aquí para allá confundido entre las naciones y la isla del mar. Pero esa historia no es una parte de este trabajo y por el momento no voy a hablar de ellos, aunque sé también donde está situada la mayoría de ellos. Para lo que esta perdido para el mundo, está siempre presente delante de Dios. Y si nosotros mismos no somos lo suficientemente humildes y pedimos a Dios acerca de su paradero, nunca llegaremos a saber de ellos.
Pero por lo que la tribu de José se refiere que fueron traídos por la mano de Dios hasta estas tierras, ellos tuvieron hombres de Dios, los profetas y los escribas que mantuvieron un registro de su historia, sus andanzas, sus guerras, sus contiendas y también de sus profecías y sus revelaciones. Incluso, el profeta Isaías vio el descubrimiento del nuevo mundo en progreso y habló acerca de una tierra lejana, mas allá de los ríos de Etiopía, una tierra que se encuentra exactamente dividida por el ecuador comparándolos o haciendo referencia a los habitantes de Monte Sión con referencia a ellos como a una tierra de personas desnudas o peladas.
Y en una de esas profecías de la gente que habitaba antiguamente en el nuevo mundo, el Señor les reveló a sus profetas el fin de este pueblo aun desde el principio. En otras palabras, se reveló sus viajes, su desarrollo, su progreso, sus guerras y también su destrucción total, y la caída y degeneración de sus restos. No solo eso, pero también se vaticino por mas de 2000 años antes de que sucediera; que un hombre separado de las muchas aguas en quien el espíritu de Dios caería sobre un hombre dotándolo de inteligencia y lo forjo a avanzar y descubrir la tierra hasta heredarla. Y no fue Colon Bi-Rey de toda América? En una de esas profecías que también está escrito en particular sobre los viajes de Cristóbal Colón y otros gropos de gentiles. Y estas son las palabras de ese profeta e historiador de la casa de José escrito un poco más de dos mil años antes de la total de los casi 2700 años de la diáspora de toda la casa de Israel.
Y sucedió que miré, y vi muchas aguas; y éstas separaban a los gentiles de la posteridad de mis hermanos. Y aconteció que el ángel me dijo: He aquí, la ira de Dios está sobre la posteridad de tus hermanos. Y miré, y vi entre los gentiles a un hombre que estaba separado de la posteridad de mis hermanos por las muchas aguas; y vi que el Espíritu de Dios descendió y obró sobre él; y el hombre partió sobre las muchas aguas, sí, hasta donde estaban los descendientes de mis hermanos que se encontraban en la tierra prometida. Y aconteció que vi al Espíritu de Dios que obraba sobre otros gentiles, y salieron de su cautividad, cruzando las muchas aguas. Y sucedió que vi muchas multitudes de gentiles sobre la tierra de promisión, y vi que la ira de Dios vino sobre los descendientes de mis hermanos, y fueron dispersados delante de los gentiles, y afligidos. Y vi que el Espíritu del Señor estaba sobre los gentiles, y prosperaron y obtuvieron la tierra por herencia; y vi que eran blancos y muy bellos y hermosos, semejantes a los de mi pueblo antes que los mataran. Y aconteció que yo, Nefi, vi que los gentiles que habían salido de la cautividad se humillaron delante del Señor, y el poder del Señor estaba con ellos.
(Libro de Mormón 1 Nefi 13:9 - 16)
Este registro de donde saque estas referencias esta disponible para todos. Y fue descubierto y traducido por el poder de Dios y se llama el Libro de Mormón. Se ha traducido aquí con nosotros en nuestras lenguas modernas durante casi doscientos años y la gente del mundo voluntariamente lo ha rechazarlo después de tantos testigos y testimonios de su veracidad. Bienaventurado por los siglos y los siglos y bendito para siempre y elogios sean al hombre que estuvo en comunión con Jehová, quien fue elegido el y trajo a la luz, incluso desde el suelo el Libro de Mormon. Y el Libro de Mormón es de gran valor para muchos de nosotros, los descendientes de estos pueblos, ya que nos dicen el trato de Dios con nuestros padres desde que salieron de Jerusalén; y también grandes promesas para el residuo de este pueblo al que se le dio la tierra para una perpetua herencia. Es un libro que resucita a nuestra verdadera identidad para no volver a ser confundidos nunca más. Y no solo eso, sino que existe para convencer al Judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el creador de los cielos y de la tierra. Y también existe para destronar las falsas doctrinas y restaurar a los pueblos la veracidad del evangelio. E su testigo mas de Jesucristo y establece la verdad de los escritos del antiguo testamento. Y en este registro está escrito como lo es también en la Biblia, lo qué será de ellos cuando se devuelva al conocimiento de su Dios. Y de acuerdo con estas palabras, que yo doy mi propio testimonio de que es un relato verdadero. ¡Ay de los gentiles en estas tierras si no se arrepienten. Porque después de haber sido bendecidos por encima de todas las demás naciones del mundo, y después de haber sido dado el poder para hacer estas grandes cosas sobre este pueblo que cuando rechacen el Dios que los trajo aquí, y que tendrán que pagar una doble medida de lo que vinieron a hacer sobre este pueblo. Pero si se arrepienten serán contados entre nosotros y nos ayudaran a construir una ciudad Santa, si una Nueva Jerusalén sobre estas tierras, una ciudad santa a semejanza de la vieja Jerusalén. Y si los gentiles no se arrepienten, serán destruidos de sobre la faz de estas tierras y no les quedara ni raíz ni rama. Y así yo lo profetizo en el nombre de Jesucristo. Mas si se arrepienten serán bendecidos.
No obstante, para eximir a Cristóbal Colon de toda culpa, ya que no fue sino un instrumento en las manos de Dios, lo sucesivo es una cuenta de por qué los aborígenes fueron destrozados y destruidos. Ellos ya habían degenerado y perdió todo rastro de civilización y llegaron a la madurez de su iniquidad la cual precipito su destrucción. Y si de verdad comparamos de tiránicos y malvados los actos de los que llegaron a descubrir y colonizar estas tierras en comparación con el estado de terrible iniquidad que se encontró el pueblo aborigen de estas tierras, uno sólo puede exclamar al Dios vivo. ¡Simplemente, justos son tus juicios, oh Señor! Y de acuerdo con Dios y sus profetas, nadie es destruido jamás sin previo aviso y antes de que se les recordara de las sentencias inminentes que caerá sobre los malvados cuando súbitamente degeneran en la incredulidad después de haber sido los más benditos de la tierra. El que de más arriba cae, mas duro es el golpe. Y lo que el Señor dice a uno, lo dice a todos.
He aquí que en sus propias palabras.
Y ahora escribo un poco concerniente a los padecimientos de este pueblo, porque según las noticias que he recibido de Amorón, he aquí, los lamanitas tienen muchos prisioneros que tomaron de la torre de Sherriza; y había entre ellos hombres, mujeres y niños. Y a los maridos y padres de estas mujeres y niños los han matado; y alimentan a las mujeres con la carne de sus esposos, y a los niños con la carne de sus padres; y no les dan sino un poco de agua. Mas no obstante esta gran abominación de los lamanitas, no excede a la de nuestro pueblo en Moriántum. Pues he aquí, han tomado cautivas a muchas de las hijas de los lamanitas; y después de privarlas de lo que era más caro y precioso que todas las cosas, que es la castidad y la virtud, después de haber hecho esto, las asesinaron de la manera más cruel, torturando sus cuerpos hasta la muerte; y después que han hecho esto, devoran sus cuerpos como bestias salvajes, a causa de la dureza de sus corazones; y lo hacen como señal de valor. Oh mi amado hijo, ¿cómo puede un pueblo como éste, que está sin civilización (y sólo han pasado unos pocos años desde que era un pueblo deleitable y civilizado), oh hijo mío, cómo puede un pueblo como éste, que se deleita en tanta abominación, cómo podemos esperar que Dios detenga su mano en juicio contra nosotros? He aquí, mi corazón exclama: ¡Ay de este pueblo! ¡Ven en juicio, oh Dios, y oculta sus pecados, e iniquidad, y abominaciones, de ante tu faz!
(Libro de Mormón Moroni 9:7 - 15)
Y estas son las palabras de Dios según Jeremías, un profeta a las naciones, de por qué los hijos de Israel fueron en el tiempo una y otra vez azotados, a veces directamente de la mano de Dios y más a menudo por una jabalina de alquiler.
¿No los he de castigar por estas cosas?, dice Jehová. De tal nación, ¿no se vengará mi alma? Por los montes levantaré lloro, y llanto y lamentación por los pastizales del desierto, porque han sido desolados hasta no quedar quien pase, ni oírse el bramido del ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron; se han ido.
Jeremías 9:9-10
¿Y qué hicieron en estas tierras los hijos de Israel pueden preguntar los hombres para merecer el desprecio, una pena tan grave como castigo de un Dios misericordioso, amoroso y justo? Todo está escrito en los convenios juicios y estatutos dictados para nosotros por Moisés ante nuestros padres el cual pactaron con Dios antes que recibieran las tierras prometidas de su herencia. Juicios que también están descritos en los anales los libros de Sofonías y en el libro de Mormón. Todo comenzó cuando se convirtieron en un pueblo idólatra y pecador, prostituyendose en toda clase de inmoralidades yendo en pos de dioses extraños, porque Dios habló estas palabras a Moisés, diciendo:
Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás a ti ninguna imagen, ni ninguna semejanza de cosa alguna de arriba en el cielo, o que está en la tierra abajo, o que está en el agua bajo la tierra: Tú no te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo Jehová tu Dios, soy un Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen;
(Antiguo Testamento Éxodo 20:1 - 5)
Sin embargo antes que los Judíos del reino del Sur, los israelitas del reino del Norte fueron dispersados y destruidos primero. Y así habló Dios a su profeta Jeremías y le dijo lo qué sería de su pueblo. Y lo que dijo por su pedazo de la boca hasta la preocupación Judíos de todas las tribus de la casa de Israel y no sólo ellos, sino a todos aquellos a quienes la ley o los mandamientos dados a continuación es. Y las naciones no excluyen a los Gentiles, especialmente aquellos que han aceptado al Señor Jesucristo cuando la Ley de Moisés se cumplió y se estableció el nuevo convenio, o sea el evangelio eterno. Por tanto, estas fueron las palabras de Jeremías á las naciones.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar. No confiéis en palabras de mentira, diciendo: templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este. Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo, y no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro, os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre. He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones? ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que yo mismo lo he visto, dice Jehová.
(Antiguo Testamento Jeremías 7:03 - 11)
Y aquí es un relato de la destrucción que cayó a ellos después de que se habían rebelado contra su Dios después de haber bendecido por encima de todas las demás naciones del mundo.
Y cuando habían transcurrido trescientos ochenta y cuatro años, nosotros habíamos recogido a todo el resto de nuestro pueblo en la tierra de Cumorah. Y ocurrió que cuando hubimos reunido en uno a todo nuestro pueblo en la tierra de Cumorah, he aquí que yo, Mormón, empezaba a envejecer; y sabiendo que iba a ser la última lucha de mi pueblo, y habiéndome mandado el Señor que no permitiera que los sagrados anales transmitidos por nuestros padres cayesen en manos de los lamanitas (porque los lamanitas los destruirían), hice, por tanto, esta relación de las planchas de Nefi, y escondí en el cerro de Cumorah todos los anales que se me habían confiado por la mano del Señor, con excepción de estas pocas planchas que entregué a mi hijo Moroni.
Y sucedió que mi pueblo, con sus esposas y sus hijos, vieron a los ejércitos de los lamanitas que marchaban hacia ellos; y con ese horrible temor a la muerte que llena el pecho de todos los inicuos, esperaron que llegaran. Y aconteció que vinieron a la batalla contra nosotros, y toda alma se llenó de espanto a causa de la inmensidad de sus números. Y sucedió que cayeron sobre mi pueblo con la espada, y con el arco, y con la flecha, y con el hacha, y con toda clase de armas de guerra. Y ocurrió que talaron a mis hombres, sí, a los diez mil que se hallaban conmigo, y yo caí herido en medio de ellos; y pasaron de largo por donde yo estaba, de modo que no acabaron con mi vida. Y cuando hubieron pasado por en medio y derribado a todos los de mi pueblo, salvo a veinticuatro de nosotros (entre los cuales se hallaba mi hijo Moroni), y habiendo sobrevivido nosotros a los que murieron de nuestro pueblo, a la mañana siguiente, después que los lamanitas hubieron vuelto a sus campamentos, vimos, desde la cima del cerro de Cumorah, a los diez mil de mi pueblo que fueron talados, al frente de los cuales había estado yo. Y también vimos a los diez mil de mi pueblo que había acaudillado mi hijo Moroni. Y he aquí, los diez mil de Gidgiddona habían caído, y él en medio de ellos. Y había caído Lámah con sus diez mil; y Gilgal había caído con sus diez mil; y Límhah había caído con sus diez mil; y Jeneum había caído con sus diez mil; y habían caído Cumeníah, y Moroníah, y Antiónum, y Shiblom, y Shem, y Josh, cada uno con sus diez mil. Y sucedió que hubo diez más que cayeron por la espada, cada uno con sus diez mil, sí, había caído todo mi pueblo, salvo los veinticuatro que estaban conmigo, y también unos pocos que se habían escapado a los países del sur, y otros pocos que se habían pasado a los lamanitas; y su carne, y sus huesos, y su sangre yacen sobre la faz de la tierra, habiéndolos abandonado las manos de los que los mataron, para descomponerse en el suelo, y para deshacerse y regresar a su madre tierra.
Y mi alma se partió de angustia a causa de los de mi pueblo que habían muerto, y exclamé: ¡Oh bello pueblo, cómo pudisteis apartaros de las vías del Señor! ¡Oh bello pueblo, cómo pudisteis rechazar a ese Jesús que esperaba con los brazos abiertos para recibiros! He aquí, si no hubieseis hecho esto, no habríais caído. Mas he aquí, habéis caído, y lloro vuestra pérdida. ¡Oh bellos hijos e hijas, vosotros, padres y madres, vosotros, esposos y esposas, pueblo bello, cómo pudisteis haber caído! Pero he aquí, habéis desaparecido, y mi dolor no puede haceros volver. Y pronto viene el día en que vuestra parte mortal se revestirá de inmortalidad, y estos cuerpos que hoy se descomponen en corrupción, pronto se transformarán en incorruptibles; y entonces tendréis que presentaros ante el tribunal de Cristo para ser juzgados según vuestras obras; y si tal fuere que sois justos, entonces benditos sois con vuestros padres que os han precedido.¡Oh, si os hubieseis arrepentido antes que cayera sobre vosotros esta grande destrucción! Mas he aquí, habéis desaparecido, y el Padre, sí, el Padre Eterno del cielo, conoce vuestro estado; y él obra con vosotros de acuerdo con su justicia y misericordia.
(Libro de Mormón Mormón 6:5 - 22)
Ahora, después de este relato detallado de los sufrimientos de mi pueblo por sus pecados e iniquidades crees que el remanente que quedaron eran más justos que los gentiles que vinieron sobre ellos casi quinientos y veinte años atrás? Por lo tanto todos aquellos que demonizan Cristóbal Colón y los gentiles que leva con ellos fuera de cautiverio por todo el sufrimiento que fue causado por ellos están hablando sin una comprensión completa de los hechos. Y su desprecio de este único motivo, debe desestimarse, pues el Señor utiliza a menudo los malvados para castigar a los malvados de acuerdo con el Señor. Los gentiles no heredó estas tierras porque eran más justos que nuestros antepasados, sino porque nuestros antepasados abandonar a su Dios y se entregaron a adorar a los ídolos y fueron destrozados por el Señor de la misma manera que se profetiza por Moisés en las sentencias, convenios y estatutos a la palabra misma.
Y fue porque los ejércitos de los nefitas acometieron a los lamanitas, que empezaron a ser destruidos; pues de no haber sido por eso, los lamanitas no los habrían vencido. Pero he aquí, los castigos de Dios sobrevendrán a los inicuos; y es por los inicuos que los inicuos son castigados; porque son ellos los que incitan el corazón de los hijos de los hombres a derramar sangre.
(Libro de Mormón / Mormón 4:4 - 5)
Y jamás había habido tan grande iniquidad entre todos los hijos de Lehi, ni aun entre toda la casa de Israel, según las palabras del Señor, como la que había entre este pueblo.
(Libro de Mormón Mormón 4:12)
No obstante, todos los sufrimientos y molestias que ha caído sobre los hijos de Israel, está escrito, que Dios se acordaría del pacto que hizo a nuestros patriarcas que los reunir de vuelta de su larga dispersión de las tierras de su posesión y promisión. De que el desierto florecerá y los hijos de Israel comenzará a guardar todos los mandamientos de Dios mismo a escribir sus leyes en sus mentes y en sus corazones. Y ellos serán su pueblo y él será su Dios. Después de lo cual, es a los gentiles que es menester que se preocupen y se arrepientan, porque si tu no se arrepienten, el Señor hará que los hijos de Israel que ya están en medio de ellos, para herir pisada bajo los pies. Sobre todo aquellos que viven en el continente de América, que un día será sólo conocemos como Sión. Esto es así porque nadie está exento de beber la amarga copa de la indignación del Señor si permanece en sus pecados. Seguramente van a beber así se ellos se nieguen a beber de esa amarga copa. Porque es Dios no perdonó a su propio pueblo que eran como una planta tierna á él y se quemaron con el fuego, ¿qué podemos esperar de madera seca. No dejará ni raíz ni rama. Y de esto está escrito y profetizado por el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, aunque él solo. Y estas palabras están en el libro de Isaías y en el libro de Mormón así también como en oras escrituras del antiguo testamento.
Os acordaréis que os hablé y dije que cuando se cumpliesen las palabras de Isaías —he aquí, están escritas, las tenéis ante vosotros; por lo tanto, escudriñadlas— y en verdad, en verdad os digo que cuando se cumplan, entonces será el cumplimiento del convenio que el Padre ha hecho con su pueblo, oh casa de Israel. Y entonces los restos, que estarán dispersados sobre la faz de la tierra, serán recogidos del este y del oeste, y del sur y del norte; y serán llevados al conocimiento del Señor su Dios, que los ha redimido. Y el Padre me ha mandado que os dé esta tierra por herencia. Y os digo que si los gentiles no se arrepienten después de la bendición que reciban, después que hayan dispersado a mi pueblo, entonces vosotros, que sois un resto de la casa de Jacob, iréis entre ellos; y estaréis en medio de aquellos que serán muchos; y seréis entre ellos como un león entre los animales del bosque, y como cachorro de león entre las manadas de ovejas, el cual, si pasa por en medio, huella y despedaza, y nadie las puede librar. Tu mano se levantará sobre tus adversarios, y todos tus enemigos serán talados. Y yo recogeré a mi pueblo como el hombre que junta sus gavillas en la era. Porque haré a mi pueblo, con el cual el Padre ha hecho convenio, sí, tu cuerno yo haré de hierro, y tus uñas de bronce. Y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagraré al Señor sus riquezas, y sus bienes al Señor de toda la tierra. Y he aquí, yo soy quien lo hago. Y sucederá, dice el Padre, que en aquel día la espada de mi justicia se cernerá sobre ellos; y a menos que se arrepientan caerá sobre ellos, dice el Padre, sí, sobre todas las naciones de los gentiles.
(Libro de Mormón 3 Nefi 20:11 - 20)
Y de acuerdo con el espíritu de profecía y revelación que hay en mí, Yo profetizo que dentro de pocos años el brazo del Señor se dará a conocer y se manifiesta en los ojos de todas las naciones desde el momento en que el evangelio fue entregado a los gentiles por los apóstoles de Jesucristo. Y los tiempos de los gentiles se cumplan en su totalidad. Incluso dentro de tres años a partir de ahora esto va a suceder. Y será el comienzo de la destrucción de los gentiles a menos que se arrepientan. Y debido a que los gentiles han rechazado al Señor Jesucristo y han pecado contra su evangelio rechazando sus mandamientos y las leyes de la tierra que han sido establecidas, a menos que se arrepientan grandes destrucciones y plagas desoladoras caerán plenamente y repentinamente sobre ellos como nunca se ha sabido desde que son nación, ni se sabrá algo así a partir de entonces. Y la espada del Señor caerá súbitamente sobre ellos. Pero si se arrepienten de todas sus maldades y obras secretas de tinieblas, que serán contadas entre mi pueblo, dice el Señor. Entonces, el evangelio se tomará de ellos y se les dará de nuevo a la casa de Israel para que puedan llevar los frutos del mismo. Y en ese momento será también cumplió lo que dice los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.
Y estas son las palabras que el Señor quiere que yo publique a todos los pueblos hasta los últimos confines de la tierra si tanto al gentil como al judío; así como al judío así como al gentil, que estas cosas les sobrevendrán subitamente a menos que se arrepientan. Porque:
Ciertamente, nada lo hará el señor sin revelar sus secretos a sus siervos los profetas.
(Amós 3:7)
Escuchad, y he aquí, ésta es la voz de un enviado de alto, que es poderoso y fuerte que va adelante aun hasta los confines de la tierra, sí, cuya voz es a los hombres: Preparad el camino del Señor y enderezad sus senderos. Arrepentíos, arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado. Venid, apresuraos y entrad en el camino de la salvación a través del bautismo por inmersión para la remisión de los pecados y recibiréis el Espíritu Santo por la imposición de manos, por aquellos con autoridad.
La piedra no cortada con la mano que fue rechazada por los constructores sobre la cual pudieron haber construido se ha convertido en la piedra angular. Por lo tanto, todo aquel que cae sobre esta piedra será triturado en trozos y en quien recae esta piedra será molido y reducido hasta el polvo.
Este es el consejo de Miguel Arcángel, si decides aceptarlo. Como un agente completamente dotado y autorizadas por el reino de Dios de la orden de Aarón, he medido vuestras oraciones y vuestra justicia; y el Señor te ha encontrado falto y necesitado. Por lo tanto, puesto que ustedes desean un ídolo para adorar, he creado para usted un ídolo como en los días de Aarón en los tiempos del éxodo. Y debido a este mal tan grande ante el Señor Dios de Abraham, Isaac y Jacob se ha despertado la ira con furor contra vosotros, porque él es un Dios celoso. Y en su disgusto y ardiente ira ha dicho y jurado que si no vivimos por la ley, entonces moriremos por la ley. Porque de cierto os digo que Dios habló y escribió estas palabras a Moisés, diciendo:
Yo soy el Señor tu Dios que te saque de la Tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. Tú no tendrás dioses ajenos delante de mí. Tu no te harás ninguna imagen; ni ninguna semejanza de cualquier cosa que está en los cielos arriba o que está abajo en la tierra, o que está en el agua o bajo de la tierra. Tú no inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
Vine en el nombre de mi padre y no me recibisteis, y otra persona viene en su propio nombre y tu lo recibes con mucho gusto abrazándoos a vosotros mismos y dándoos regalos y con mucho besos. Debido a esta afreta que me habéis hecho muchos serán lanzados al lago de fuego y azufre vivos aún en esta generación así como aburrió con aquellos que injuriaban a Dios y a su siervo Moisés y a Aarón. Pero en estos días, la gente se ha vendido por dinero y la tierra ha elegido más las tinieblas que la luz, y densas tinieblas que existe en vuestras mentes. Por tanto, ustedes recibirán la recompensa de sus ídolos que no ven nada, que no oyen nada y que no hablan nada. Y como ustedes ha puesto su corazón en el dinero y las riquezas; el Señor los tentará y puede que se las de a ustedes, para que así ustedes se olviden de él y él tenga una causa justa para arrojarlos de su presencia como lo hizo con una gran muchos de los hijos de Israel en los días de la primera provocación.
Pero así dice el Señor: si los que se dicen llamar por mi nombre vienen a mi, buscan mi faz y se arrepienten; y traen a mí una ofenda en justicia, sí, un corazón quebrantado y un espíritu contrito, y me buscan yo tendré misericordia de ellos y sanaré su tierra. Y su redención vendrá con poder. La redención de Sión tiene que venir con poder, incluso con un brazo extendido, aun si toda mi furia cayera sobre la Tierra. Pero los justos serán salvos aun como si fuera por el fuego.
Y El Señor también dijo al profeta Sofonías también con respecto a nosotros en los últimos días:
Destruiré por completo todas las cosas de la tierra, dice el Señor. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y los escollos con los impíos. Y voy a cortar a los hombres de la tierra, dice el Señor. Y los que adoran las estrellas de los cielos sobre los antenas de las casas, y los que adoran y juran por el Señor, y también los que se han vuelto de en el Señor, y los que no han buscado al Señor ni han inquirido de el.
Y porque yo también soy un siervo de Dios celoso como los profetas de la antigüedad, el señor me dijo a mi.
Calla en la presencia del Señor Dios, porque el día del Señor está cerca: porque el Señor ha preparado un sacrificio, el ha invitado a sus convidados. El gran día del Señor está cerca, está cerca, y se apresura, incluso la voz del día del Señor.
Así dice el Señor, el hombre poderoso se gritará allí con amargura. Ese día es un día de ira, un día de angustia y de aprieto, un día de alboroto y de asolamiento, un día de tinieblas y de oscuridad, un día de nubes y de las tinieblas densas: Un día de trompeta y de alarma contra las ciudades fortificadas y contra las torres altas. Y voy a traer sufrimiento a los hombres, que andarán como ciegos en medio día, porque pecaron contra el Señor, y su sangre será derramada como polvo, y su carne será esparcida y amontonada como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira del Señor. Porque toda la tierra será consumida por el fuego de su celo, porque él hará incluso una cabalgata de fuego rápido consumiendo a todos los que habitan en la Tierra.
Comparese con Sofonías 1:2-18)
Además, el Señor me dijo que te dijera. Diles que esto. Esta es la voz del que clama en el desierto, arrepentíos, arrepentíos todos vosotros, extremos de la tierra y venid a mí y sed bautizados en el nombre de Jesús Cristo en su iglesia restaurada, que es la iglesia de Jesucristo de los Últimos Días Santos, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo. Elija vosotros hoy a quién sirváis, pero yo y mi casa serviremos al Señor.
Estas cosas que no las digo de mí mismo, por lo tanto, como el Señor habla, también cumplirá. Y yo les digo en el nombre sagrado de nuestro salvador y Señor Jesucristo. Amén.
¿Vendrá el sonido de la trompeta en la ciudad y el pueblo no tendrá miedo? ¿El mal se acerca a una ciudad y el Señor no lo habrá sabido? Cuando el león ruge, quién no temerá? El Señor ha hablado, ¿quién puede hacer otra cosa, sino profetizar?
Ustedes ha sido debidamente advertidos de lo que en breve se realizara y muy pronto será herido por la vara de hierro que sale de la boca del Señor, este soy yo, si, aun soy yo el que lo hace.
Esta es un del Señor, incluso una sirvo en las manos de Cristo, Así es amén.
Miguel Angel Tinoco Rodriguez 77