Sión, Septiembre 25 del 2008
Mi Amada hija Hepsiba,
Hepsiba, tu naciste el día 06 de abril del año de Nuestro Señor un mil ochocientos treinta. Hepsiba tu eres mi primogénita. Naciste en los días de mis mayores aflicciones; cuando la tierra estaba llena de oscuridad y tinieblas densas envolvían a la mente de las personas. Tú eres una hija del antiguo convenio. A ti y a tu posteridad pertenecen las bendiciones, los convenios, las promesas y las responsabilidades del santo sacerdocio y del orden patriarcal.
Tu eres una hija de Sión, aun mi primogénita eres tu. Incluso el fruto de mis entrañas tú eres carne de mi carne y hueso de mis huesos. Eres aquella a quien he consagrado desde el principio para que sea vuestro esposo el Señor, el Dios de mis padres; a saber, Abraham, Isaac y Jacob. Tú ya no eres hija mía, sino una hija de Dios; y con toda la fe que emana de mi deseo que el Señor guíe tus pasos en todo el camino de vuelta a su presencia con su luz, como él ha guiado mis pasos todos los días de mi vida. Tus bendiciones se han multiplicado y son mayores que las bendiciones de mis progenitores.
La razón de esta carta sublime es para darte un consejo, una bendición y una amonestación de un padre amoroso para que te pueda ir bien durante todo el tiempo; e incluso, por toda la eternidad. He visto con mis propios ojos a mi adversario que ha puesto sus ojos sobre ti con la intención más vil y cruel. De antemano te lo manifiesto. Él puede tener la facultad de herirte en el talón, pero tú descendencia tendrá el poder para aplastarle la cabeza. Él sabe lo especial que tu eres para mí; y especialmente para nuestro Padre Celestial. Eres del linaje real de Abraham y de todos los patriarcas que le antecedieron. Y si tú deseas ser una reina de los cielos, debes cumplir con los preceptos y mandamientos de Dios, como afirmó en sus libros canónicos y sagrados de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. No hay otro nombre ni habrá otro lugar dado por el que los hombres pueden ser salvados, y ésta es su Iglesia y su reino establecido en estos últimos días. E incluso así se llama su reino. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Recuerda siempre que, de las aguas de Judá o de las aguas del bautismo tu has pactado con Dios que vas a guardar sus mandamientos que el nos ha dado, para que se pueda enlazar este convenio sempiterno, os bendigo con toda buena dádiva y bendiciones. Excede tu en las cosas que tu padre sobresalió incluso a un estado más temprano de tu vida para que tu justicia se deje ver y tu paz se haga sentir tempranamente mucho más antes que a mí. Y para que tú bienestar y tus días en idumea sean prolongados. Recuerda esto: Es mejor obedecer que sacrificar. Pero que se sepa que si desobedeces o quebrantas los mandamientos de que te hemos ensenado tu madre y yo, que los juicios de Dios caerán sobre ti, sin embargo, a través de un sacrificio justo y perfecto uno puede por fin ser victorioso. Pero sólo si nos basamos en el autor universal de nuestra salvación, que es el Señor Jesucristo quien ahora es el Dios de dioses, Rey de Reyes y Señor de señores.
Bienvenidos y benditos son los pies de todos los que vienen en el nombre del Señor y nos anuncian las buena nueva de alegría y suelen decir, que tu Dios reina. Si no haces esto como yo lo anuncio, nunca veras la faz del señor. Y por sus frutos los conoceréis. Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir buenos frutos. En otras palabras: un verdadero siervo sirve. Un verdadero profeta profetiza y lo que esta por decir le sale de la boca y se cumple la cosa como el lo ha dicho. Un apóstol del Señor Jesucristo es un testigo fiel y verdadero de su nombre. Y generalmente es despreciado y rechazado, contado con los enfermos y con los transgresores, es llamado loco, soñador y visionario y le dicen que hasta tiene poder demonio. Sin embargo, se mantiene firme a su Dios a toda costa y no se retracta de lo que ha dicho aun hasta la muerte. Y él tampoco enseña nada de sí mismo, sino la doctrina de Cristo.
Y esta es la verdadera doctrina de Cristo. Primero. La fe en el Señor Jesucristo, en sus todos meritos y en sus promesas. Segundo: El arrepentimiento sincero de todos nuestros pecados al grado de abandonarlos por completos y estar resueltos a no volver a pecar más. Esta es la condición. Tercero: debes obtener bautismo por inmersión para la remisión de los pecados por un ministro digno y debidamente autorizado para que sea valido en el cielo. Recuerda que Dios no puede ser engañado. Esta es la señal aceptable para el. Y cuarto: La concesión del don del Espíritu Santo por la imposición de manos por aquellos que tienen la autoridad de Dios ante los ángeles y los testigos. Jesucristo nos dio el ejemplo y los profetas nos muestran la senda a seguir. Algo más o menos que esto es del mal. Si se cumple con estas cosas y oras con toda tu alma, con toda tu mente y con todas la fuerza de tu corazón al Padre en el nombre del Señor Jesucristo, El Señor Jesucristo descenderá del cielo y te bautizara con fuego y con una plenitud del Espíritu Santo quien da testimonio del Padre y del Hijo y de la veracidad de todas las cosas. Y entonces, sabrás lo que es el gozo de tu redención y nacerás de nuevo espiritualmente como un niño pequeño, sin el cual no puedes entrar en el reino de los cielos. Sólo entonces te conviertes en un miembro de la iglesia del Primogénito que está en el cielo, donde un concurso innumerable de los justos y los ángeles alaban a Dios continuamente.
Beulah, tu estás aprendiendo muchas cosas, pero recuerda que estamos en el mundo y el mundo enseña muchas cosas que no son buenas. Nosotros estamos en el mundo pero no somos del mundo, por lo tanto, retiene sólo lo bueno de todo lo que aprendas y aprende a despreciar y rechazar todo lo malo. No toques nada impuro y permanecer fuera de la gran Babilonia, porque ya esta atada y pronto será destruida. Babilonia la grande, es la degradación espiritual que el mundo nos quiere vender para desmoralizarnos y mantenernos desconectados con nuestro Padre Celestial. Babilonia es la oscuridad espiritual en los corazones de la gente y densa oscuridad en sus mentes.
Las cosas que habla la boca dicen lo que hay dentro del corazón de una persona. Si una persona habla sobre todo de las cosas de Jesucristo, esperamos que Dios este en el corazón de esa persona. Y si una persona habla del mundo, entonces el mundo debe estar en el corazón de esa persona. Y si una persona habitualmente habla de cosas oscuras como hechizos, brujería, los deleites de pecados, lo carnal, lo sensual, la oscuridad y las cosas sangrientas y diabólicas como los murciélagos y los vampiros, pues, gruesas tinieblas hay en el corazón de esa persona. De esos apártate lo más lejos que puedas, porque si el ojo es oscuro, imagínate cuánta oscuridad hay dentro del corazón. El Señor Jesucristo dijo que quien ama la sangre o la muerte lo odia a el. Es mejor que entrar en el reino de los cielos sin un ojo, o sin una mano, o sin una oreja o sin un pie que tú y todos los miembros de conocidos, amigos mundanos o toda tu parentela sean echados al infierno y no veas la luz del día nunca más. En otras palabras, sálvate tu primero y luego podrás tener poder para salvar a los demás si bien lo desean. Además, del cielo los podrás ayudar mejor, que si todos se van al abismo.
Ahora mi hijita amada, quiero que sepas que donde está el cuerpo del muerto también lo están las águilas o los zopilotes. O donde están los santos allí también están muy cerca los diablos. El tiempo vendrá con toda prontitud en la que estarás rodeado de buitres que te dirán que son águilas y que vueles con ellos. Se te acercaran los lobos rapaces o cuervos que se visten con vestidos de ovejas o de mansa palomitas y te incitaran a que los sigas para luego devorarte. Y cuidado con los gatos silvestres que piensan que son los Leones. Estos siempre deben manipularse con guantes, porque arañan y desgarran porque solo andan buscando a quien raer. Estos son los animales o bestias de este cielo y de esta tierra. Tú eres de un calibre muy superior. La mayoría de los hombres te prometen cosas celestiales, como el sol. la luna y las estrellas; pero sólo un verdadero hijo de Dios puede dártelas. Velad, pues, que no os dejéis engañar ni siquiera por un ángel de luz. Siempre mantén tus reservas de luz y verdad, porque maldita será él o ella que pone toda su confianza en el brazo de la carne. Manda sin insultar a que se aparten de ti todas las cosas malas. Vea y percibe todas las huellas por el camino, algunos son de ángeles y algunos son de las bestias de la oscuridad.
Consulta con Dios en todo lo relacionado con los compañeros que se esfuerzan por acercarse a ti. Mantén tu castidad intacta que es una cosa más preciosa para Dios. El se gloria en la castidad y en la virtud de cuerpo, de palabra; de pensamiento y del corazón. En otras palabras, toma una distancia prudente entre tú y los hombres. Me agrada ver que te mezcles con los santos y con la mejor de lo mejor en la escuela y en los templos de aprendizaje de esta tierra. No debes salir de casa sino hasta que estés madura y preparada lo suficiente como para propiciar la continuación de la vida. Es preferible que mueras a que tengas relaciones sexuales sin haberte casado legal y legítimamente. Perteneciente a la castidad, no le des nada a nadie hasta después de que se encuentren legalmente casados. Hay mucha sabiduría en esto. Las bendiciones se dejan ver en los hijos; y las maldiciones en los desobedientes. El Señor nuestro Dios siempre tiene a alguien reservados para todos y cada uno de nosotros. Debemos ser pacientes hasta que el espíritu del Señor os indica el compañero que estará con nosotros toda la vida y toda la eternidad. No es agradable delante de Dios pasar saltando de lecho en lecho como el mundo carnal, sensual y diabólico lo publica y ahora lo hace. De hecho, Dios lo odia y esto es una abominación su vista.
Sea prudente y astuta como una serpiente, pero no peques como la serpiente. Con el tiempo esto se convertirá en ser una cosa sabia. Tu madre es el mejor ejemplo delante tus ojos. No mires a otras madres ni otras mujeres delante de ti. Pero tu mi hija, además, debes ser amable, debes ser prudente, debes ser reservada de pensamientos. Pero por encima de todas las cosas, debes ser mansa y humilde de corazón ante tu Dios. Esto lo puedes aprender de nuestras madres de antaño. Las santas mujeres que vinieron antes de ti. Aprende de nuestra madre Eva, la esposa de nuestro primer padre, incluso Adán. Ella prestó atención a las palabras de su marido como su marido prestó atención a las palabras de Dios y trabajo junto el. Aprende de Sara, la esposa del gran patriarca Abraham. Ella era sumisa e incluso llamó a nuestro padre Abraham, mi Señor. Y también aprende de María, la madre en la carne de nuestro Salvador y Señor Jesucristo. Ella guardaba todas las cosas y maravillas que observo en la vida del salvador y se maravillo. Ella se convirtió como en una diosa y aunque no es propio multitudes la honran y hasta la adoran. A pesar de todas las vicisitudes y preocupaciones de este mundo, haz tú lo justo y escucha primero las palabras de tu hacedor aun como Maria la hermana de Martha. También aprender a vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios. En efecto, el hombre no vive sólo de pan, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Busca al Dios del cielo y de la tierra al comienzo y tempranamente en tu vida para que su mano pueda estar sobre ti para guiarte y protegerte. Desde nuestra simiente brotarán fuentes de la vida eterna y reinos sin fin. Abundancia de mundos serán poblados por nuestros descendientes. Esta es nuestra herencia majestuosa. Y por último pero no menos importante, ten mucho cuidado con la vanidad y el orgullo. Esto conduce casi siempre a la idolatría, cosa que Dios aborrece. Te insto a que seas pronta para observar todos los mandamientos de Dios. Es mejor ser hacedor que solo escuchador. No hay mayor tesoro que los que podemos almacenar en el cielo, incluso las coronas de la gloria eterna. Si buscamos primero el reino de Dios y su justicia, todo lo demás vendrá por añadidura o caerá en nuestras manos. Pero recuerda que es Dios quien da. La buena voluntad es el padre de la paz y la paz es el padre de la prosperidad. Sed fructíferos y multiplicaos y henchid la tierra y próspera en todas las cosas buenas porque tu eres la esperanza del nuevo mundo.
No juzguéis para que no se te juzgue; y recuerde que con la misma medida que se mida los consiervos también serás medida. Te amo más, porque ningún padre jamás había tenido un hijo mejor. Pero yo no sé cuánto te amo; por tanto, si tú lees estas palabras que también se las dijo a tus hermanos y hermanas, no creas que dije mentira porque no he aprendido a medir el amor. Pues ¿por qué uno ha de medir una cosa contra la cual no hay ninguna ley? Entre mas abunda el amor y se hincha el pecho hasta la eternidad mejor es. El amor es mi sacerdocio más poderoso. Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que quien en el crea no se pierda, sino que se pueda salvar y herede la vida eterna.
El Señor Jesucristo me dio el poder de mando en todas las cosas, por lo tanto, un mandamiento nuevo os doy. Amaos los unos a los otros. Este es el mismo mandamiento que Jesús dio a sus discípulos antes de ascender al cielo. No se puede agregar o encontrar una mayor sabiduría para reemplazar la suya. Que más puedo decir yo que ya no se haya dicho. Como tu vez, yo ahora soy uno con Jesucristo, como él es uno con el Padre; Y que todos debemos aprender a ser uno en todas las cosas con él. Es difícil discernir quién es quién es quien lo se. Y este es el gran secreto. Porque nada hace el hijo de sí mismo, sino lo que ha visto hacer al Padre. Ni es el padre es sin el hijo, ni el hijo sin el padre. Esto conlleva a la unión y fraternidad más perfecta en el cielo y la tierra. Y sin so somos unos con el, no somos de el. La caridad es el amor puro y perfecto de Cristo. Por lo tanto, el amor es lo único que pueden dejar sin efecto todas las leyes bajo el cielo. Como ahora puedes también ver, me he convertido en un una persona sin ley en esta cosa. Y esta no es la única virtud sin ley. Escudriña las escrituras todos los días de tu vida y lo sabrás.
En cuanto al mundo, hasta que el Padre ponga todos los enemigos de Cristo bajo el pie, que pronto se manifestara, es aconsejable someterse a todos los poderes que están presentes hasta que Cristo venga a reinar y no tengamos más ley que su ley. Ser aun como el y el padre es, es la ley. Porque la piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra angular, por lo tanto, quien cae sobre esta piedra se romperá y será quebrantado en pedazos; y sobre quien esta piedra cae será molido y reducido hasta el polvo, o hasta que los malvados son consumidos por el brillo majestuoso de su venida.
Esta es mi bendición patriarcal á ti, mi niña. Trata de obtener todos los otros dones buenos y las bendiciones que Dios tiene en reserva para ti, pero sobre todo trata de tener un testimonio de la divinidad del Señor Jesucristo, y el don de profetizar. Y así podrás discernir los espíritus para que podáis distinguir a los elegidos del resto. Porque muchos son llamados, pero pocos los escogidos. ¿Y por qué no son elegidos? Se debe a que han puesto su corazón en las cosas de este mundo.
Ríos de agua viva brotarán de ti. Por lo tanto, sello sobre ti y tu posteridad esta bendición con todo poder, que obtengas el poder y la gloria en el sacerdocio en el cielo, así como en la tierra para todas las generaciones de tiempo y todo por toda la eternidad. Y lo hago solemnemente en el nombre de Jesucristo, Amén.
Se trata de un sirvió en las manos de Cristo, que predica la libertad y la paz a los cautivos, incluso esta es la voz como de uno que clama en el desierto: Arrepentíos, arrepentíos todos vosotros extremos de la tierra, y venid a mi y sed bautizados en mi nombre para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo. Porque el reino de los cielos se ha acercado; así que preparad la vía del Señor y enderezad su sendas.
ELUGIM
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